La Consejería de Medio Ambiente quiere desterrar el uso de
bolsas para hacer compras y ayer presentó una campaña junto
al Centro Comercial Abierto para distribuir alternativas
biodegradables entre los consumidores de sus
establecimientos. La Ciudad distribuirá inicialmente 5.000
bolsas biodegradables.
La consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, y la gerente
del Centro Comercial Abierto, Pilar Carrasco, comenzaron a
distribuir ayer cinco bolsas biodegradables entre los
consumidores que acuden a hacer sus compras por la zona. “La
Ciudad quiere acercar a los ciudadanos la importancia de
velar por el medio ambiente, que además de las
administraciones, también depende de ellos”, apuntó la
consejera.
Bel destacó la transversalidad de la materia medioambiental
y por eso ayer se inició una campaña dirigida directamente a
los usuarios de los abundantes comercios del centro: bolsas
reutilizables, lavables, fáciles de transportar,
resistentes, que ocupan poco espacio y, fundamentalmente,
que contribuyen al cuidado del medio ambiente, pues resultan
más ecológicas que las bolsas comunes de plástico.
Yolanda Bel resaltó también la importancia de que el sector
comercial estuviera apoyando a la Consejería en este
menester. De hecho, mil de las cinco mil bolsas inicialmente
preparadas se distribuyeron en el stand que la Consejería y
el Centro Comercial Abierto instalaron en el acceso al Paseo
del Revellín. El resto de toda la partida será repartido
entre decenas de comercios adheridos a la iniciativa.
La gerente del Centro Comercial Abierto, Pilar Carrasco,
apuntó que con esta campaña se quería hacer llegar el
mensaje de que “el consumo es importante, pero también el
reciclado”, por eso aseguró que las bolsas biodegradables se
podrían encontrar en todos los establecimientos del Centro
Comercial Abierto.
Dichas bolsas permiten una degradación completa, tal como se
define en la norma ASTM D6954-04. A partir de los dieciocho
meses, aproximadamente, comienza la degradación. El número
de lote impreso en la bolsa indica la fecha de fabricación.
Estas bolsas biodegradables pueden ser conservadas en
condiciones normales de almacenamiento y de utilización
durante dieciocho meses sin ningún tipo de alteración de la
estructura o del material.
Su uso garantiza la calidad, la resistencia a la tracción y
a la perforación. Al mismo tiempo, satisface la necesidad de
control de la duración de la vida útil de los plásticos.
Estas bolsas biodegradables suelen tener, además, un
sellando fiable y están fabricadas con material
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