Actualmente los residuos inertes son los únicos que se
tratan in situ en la ciudad autónoma en la planta de
tratamiento ubicada en el barranco de Piniers que se puso en
marcha hace dos años con una extensión de 120.000 metros
cuadrados, a la que van a parar una media de 27,4 toneladas
al mes. El resto de basuras van a parar, básicamente, a la
planta de transferencia que explota FCC en el antiguo
polvorín K-5, en la ladera oeste del monte Hacho.
Estas instalaciones se habilitaron para albergar una
capacidad máxima de 29.000 toneladas anuales, capacidad
bastante inferior a las 45.600 que se recibieron en 2008, el
último ejercicio del que existen datos cerrados según el
último informe del Observatorio para la Sostenibilidad
local.
Los residuos sólidos urbanos, junto con los envases ligeros
recogidos selectivamente en el punto limpio, van a parar en
su totalidad a la planta de tratamiento de Miramundo, en
Medina Sidonia.
El papel-cartón es enviado al centro de clasificación
situado en el Polígono del Tarajal para su almacenamiento,
enfardo y posterior transporte a recuperador en la
península. Algo similar se hace con el vidrio. Los residuos
de poda y desbroce que llegan a manos de FCC son triturados.
Cuando el volumen acumulado es suficiente se utiliza una
máquina desfibradora, cuyo producto resultante es enviado a
una empresa de compostaje en Mijas. Ceuta cuenta, desde
junio del 2008, con un punto limpio fijo situado en el
Muelle Alfau y desde diciembre del mismo año con otro móvil
que recorre las barriadas.
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