El ingeniero de minas que resultó gravemente herida en la
explosión acaecida a primeros de marzo en el Fuerte
Mendizábal falleció finalmente anteayer miércoles aquejado
de insuficiencia respiratoria aguda. V. L., de 58 años,
residente en Segovia y natural de Santander, era el único de
los heridos que permanecía en el Hospital Universitario de
Ceuta.
La explosión que sorprendió a los operarios que trabajaban
en la construcción de la nueva cárcel, en el Fuerte
Mendizábal, se ha cobrado ya su primera víctima mortal al
cumplirse un mes justo de que se produjera la deflagración.
V. L., ingeniero de minas y de 58 años de edad, feneció
anteayer viernes a las 10.30 horas, aquejado de
insuficiencia respiratoria aguda, en la Unidad de Cuidados
Intensivos, según confirmaron a EL PUEBLO fuentes del propio
Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
El ingeniero de minas tenía su domicilio en Segovia aunque
era natural de Santander, y era el único de los heridos por
la explosión del Fuerte Mendizábal que permanecía ingresado
en el Hospital Universitario de Ceuta.
Como se recordará, de la decena de heridos que hubo que
atender inicialmente en el hospital ceutí cuando se produjo
la explosión, sólo tres fueron ingresados en la UCI con
pronóstico grave, uno de ellos V. L.
Junto a él permanecieron varios días bajo cuidados
intensivos un artillero y un ayudante. Sin embargo, el
primero, con un diagnóstico de traumatismo facial y
torácico, fue evacuado al Hospital Puerta del Mar de Cádiz
por necesitar de un cirujano maxilofacial. El ayudante
también fue trasladado pocos días después hasta el Hospital
de Córdoba a petición de su familia.
Sin embargo, los médicos ceutíes desaconsejaron que
sometiera a las incomodidades del traslado al ingeniero de
minas, que permaneció en el hospital de la ciudad hasta
morir anteayer.
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