Hoy Viernes Santos, es el día
mayor de la Semana Santa en todos los países católicos donde
se celebra este efemérides y, por supuesto, en algunos
países donde no lo son. Caso como el de España que es un
país aconfesional.
Seamos o no aconfesionales, de momento lo somos según las
leyes aquí, en España, se sigue celebrando con toda
solemnidad la Semana Santa. Una de las mayores tradiciones
que tiene el pueblo español y que, como tal tradición, se
acude puntualmente a la cita que tenemos con ella cada año.
Quizás se haya perdido la solemnidad con la que se celebraba
antes la Semana Santa puesto que los tiempos cambian y, sin
lugar a dudas, hay que adaptarse a los nuevos tiempos para
no quedarnos obsoletos y trasnochados.
Pero a pesar del cambio experimentos en el tiempo moderno,
hay algo que sigue intacto y sin permitir cambio alguno,
como es la celebración que hacemos de nuestra Semana Santa,
adaptada a los tiempos que corren, pero sin perder un ápice
del fervor popular hacia ella.
Unos se toman la Semana Santa como unas pequeñas vacaciones.
Otros se la toman y disfrutan sacando los “pasos” a la
calle, portándolo sobre sus hombros, sin distinción de idea
política alguna, puesto que la ideas de todos los que
realizan el esfuerzo de llevar los “pasos” sobre sus
hombros, son sólo esa su cariño, respeto y veneración, a la
Semana Santa.
La Semana Santa además supone para España una fuerte
inyección económica que estamos necesitando en estos tiempos
de crisis. Son miles y miles de turistas que nos llegan de
diversas partes del mundo para presenciar la Semana Mayor.
Unos con el fervor que les puede caracterizar al ser
católicos, y otros a tratar de pasárselo bien en estas mini
vacaciones disfrutando del Sol español.
Venga a lo que venga, unos por el fervor, otros por la
curiosidad y otros por disfrutar del Sol, la autentica
realidad es que tanto unos como otros, nos dejan unos buenos
dineros, con los cuales muchos negocios los reciben como un
maná caído del cielo, nunca mejor dicha la frase, que va a
aliviar su maltrecha economía.
Desgraciadamente el tiempo no está prestando mucha
colaboración y en Sevilla, por causa de la lluvia, se
suspendieron algunas de las cofradías que iban a realizar su
estación de penitencia, ante la desesperación y el llanto de
sus cofrades que deberán esperar todo un año para poder
sacar sus “pasos”.
Las tradiciones de los pueblos, caso del pueblo español en
esta celebración, pase lo que pase y digan lo que digan,
seguirán manteniéndose con el paso del tiempo, porque los
pueblos que pierden sus tradiciones más ancestrales, están
perdiendo parte de su historia.
Y, por tanto, todos los pueblos que pierden sus tradiciones
más ancestrales y, con ello, parte de su historia están
dejando de ser pueblos vivos, para enterar en un letargo del
que les costará Dios y ayuda salir de él. Mantener nuestras
tradiciones es mantener viva nuestra historia.
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