Las carreteras del Monte Hacho han quedado bastante
maltrechas como consecuencia de las intensas precipitaciones
que han estado azotando la ciudad autónoma durante el
invierno. El más afectado es el vial que conduce al faro
desde San Antonio, afectado por desprendimientos de la
ladera y movimientos del firme de la calzada. Los vecinos
que transitan en coche por esta carretera aseguran sentir
miedo, mientras el periodo de temporales deja otras secuelas
en esta emblemática barriada del Monte Hacho, como los
cortes de luz, que se esperan solucionar con el
soterramiento del tendido eléctrico.
Circular en coche por las carreteras del Monte Hacho puede
llegar a resultar una aventura temeraria desde que las
intensas lluvias que han azotado este invierno la ciudad han
provocado el desprendimiento de laderas y el movimiento del
firme de la calzada.
Una de las más afectadas es la carretera que conduce al faro
de la ciudad desde la barriada de San Antonio. Los vecinos
luchan por que se les repare este viario, en muchos puntos
invadido por la tierra desprendida. “Todavía se puede
transitar por ella, pero la verdad es que da un poco de
miedo a que se hunda la calzada o se venga una ladera
encima”, apuntó el presidente de la Asociación de Vecinos de
San Antonio-Monte Hacho, Ignacio Becerra.
Los desprendimientos de tierra en esta carretera también ha
tenido otros efectos indeseables. Así, hubo un momento en
que el propio faro llegó a quedarse sin suministro eléctrico
y, por tanto, sin luz, ya que el cable de abastecimiento
transcurría por este maltrecho vial.
La recuperación de la instalación eléctrica en la zona es
una de las cuestiones pendientes que se habrán de solucionar
gracias al convenio entre el Ministerio de Industria y la
Ciudad Autónoma, con una importante aportación de la empresa
Alumbrado de Ceuta.
De hecho, en el mismo barrio de San Antonio volvieron a
quedarse sin luz hace una semana en un momento de bajada de
tensión. Becerra asegura que el origen de estos fallos en el
suministro se encuentra en la acometida del Colegio de la
Esperanza.
Las negociaciones para soterrar el tendido eléctrico del
barrio de San Antonio, hasta ahora sostenido sobre postes
aéreos, se encuentran ya prácticamente culminadas, toda vez
que el referido convenio ha resuelto el problema de la
financiación.
El soterramiento se ha convertido en un objetivo perentorio
porque la zona es especialmente vulnerable a los vientos y a
los temporales y el vecindario viene padeciendo desde hace
años las deficiencias en el suministro.
Según explicó a EL PUEBLO el gerente de la empresa de
Alumbrado, Javier Gallego, soterrar la instalación eléctrica
de este barrio del Monte Hacho requerirá de la apertura de
una zanja de medio kilómetro para introducir el cable de
alta y baja tensión y también la fibra óptica que permita a
la compañía distribuidora instalar en este barrio del Hacho
su nuevo sistema de telegestión de contadores.
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