La Guardia Civil ha desarticulado una organización
internacional dedicada al tráfico ilícito de vehículos de
alta gama procedentes de Italia y que se introducían en
Marruecos, en una operación que se ha saldado con 23
detenidos.
Según informó ayer el instituto armado, la red, que contaba
con dos ramas independientes, se dedicaba a la actuación
fraudulenta de vehículos de alta gama en Italia que, una vez
contaban con la documentación en regla en España,
introducían en Marruecos, “bajo la apariencia de normalidad
y sin levantar sospechas”.
Allí se procedía a la venta de los mismos, denunciando
posteriormente el robo en el “ámbito comunitario” para
cobrar las cuantiosas primas contratadas con las compañías
de seguro, con lo que las ganancias de duplicaban.
La denominada “Operación Albacete” se ha desarrollado desde
el mes de junio en dos fases, tras comprobarse la existencia
de dos ramas con idéntico ‘modus operandi’, y se han
producido detenciones en numerosas provincias como Ávila,
Albacete, Murcia, Valencia, Madrid, Cádiz, Barcelona y
Palencia.
El inicio de esta operación se desarrolló al detectarse la
llegada a Melilla de vehículos de alta gama con matrículas
españolas provisionales, de color verde, que en fechas
anteriores habían sido matriculados en las Jefaturas de
Tráfico de Albacete y Toledo.
Los coches estaban ocupados por sus titulares, de
nacionalidad española, que normalmente eran personas que
aparentaban un poder adquisitivo medio-alto y que acto
seguido pasaban a Marruecos en viaje turístico.
Esta observación dio pie a una línea de investigación que ha
permanecido abierta durante todo este tiempo, en la que se
constataron indicios de crimen organizado, para llevar a
cabo la trama que tenían diseñada.
La rama afincada en Italia alquilaba los vehículos a
empresas de leasing o de alquiler y los hacían llegar a
España, donde se situaba la estructura dirigente de la
organización y captaban a personas a las cuales matriculaban
el vehículo a su nombre.
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