Exponer la economía de Ceuta y tratar de establecer algunas
decisiones básicas para su reactivación y desarrollo, se
antoja como una apuesta complicada, ya que nuestras
autoridades, llevan muchos años adoptando medidas de
diferentes tipos y calados sin que se consigan los objetivos
propuestos y por tanto la ansiada reactivación.
Para analizar esta situación, parece necesario detallar
cuales han sido los pilares básicos de nuestra economía
hasta la apertura de la verja de Gibraltar y la posterior
entrada en la CEE (hoy Unión Europea), fechas que junto a
otros elementos significativos representaron el punto de
inflexión de la economía de Ceuta, que pasó de unos años de
esplendor (década de los 70 y comienzo de los 80) a la
situación actual. Si bien considero que son circunstancias
conocidas por todos, y aunque solo sea por el necesario
ejercicio de síntesis, podemos resumir, de manera
simplificada, que los pilares de la economía de Ceuta, se
han basado en:
-Comercio con Marruecos. Es esta una actividad sensible,
genera ingresos significativos a las arcas de la Ciudad
Autónoma, pero dadas sus características peculiares, su
influencia sobre el empleo y la creación de empresas es
escasa.
En principio, y salvo circunstancias poco previsibles, es
una actividad destinada a languidecer. La decidida apuesta
del Gobierno de Marruecos por la liberalización económica y
la apertura para atraer inversores extranjeros, hace pensar
que en un futuro más o menos próximo, este comercio tendrá
carácter marginal o residual y su desaparición tendrá
efectos negativos, en particular en la recaudación del IPSI.
-Comercio derivado del régimen de Puerto Franco. Durante
varias décadas, esta fue una actividad esencial en nuestra
economía, derivada básicamente de los diferenciales en
precios con la península, en artículos de importación. Sin
embargo la liberalización del comercio a nivel mundial, la
entrada de España en la Unión Europea con el consiguiente
desarme arancelario, y la apertura de la verja de Gibraltar,
han llevado casi a la extinción a esta actividad,
produciéndose en la Ciudad una forzada reconversión del
comercio del bazar hacia otros más tradicionales.
También existe otro Comercio, orientado a los compradores
marroquíes que vienen a Ceuta a realizar sus compras
especialmente en las grandes superficies, en períodos de
vacaciones, festividades significativas, etc. Su importancia
en términos cuantitativos no es menor, sobre todo asumiendo
que puede ser la única fuente de alegría del Sector
comercial en nuestra ciudad. Desafortunadamente, las
expectativas de futuro no son buenas, ya que no podemos
pensar que el comercio peninsular pueda volver a reactivarse
en el futuro, pues no se dan las circunstancias
estructurales necesarias, mientras que el Comercio con
compradores de Marruecos, en gran medida, dependerá de la
capacidad de desarrollo del vecino país, por lo que se puede
pensar que, sin que vaya a desaparecer a corto plazo, a
medio plazo, si Marruecos continúa con el esfuerzo actual en
establecer las condiciones económicas y aduaneras adecuadas,
esos compradores se irán desviando a realizar las compras en
su propio país.
-Presencia del ejército. El ejército siempre ha tenido en
Ceuta un Valor Estratégico, desde el punto de vista de la
Defensa, esto generaba una importante actividad económica en
la ciudad por la vía del abastecimiento a las fuerzas
militares, tanto desde el punto de vista humano como
material, ello sin contar los desplazamientos derivados de
las Juras de Bandera y las visitas a los soldados por parte
de sus familiares.
Sin embargo la profesionalización y reordenación del
Ejército ha hecho disminuir de manera radical su presencia
en nuestra ciudad, que podemos afirmar se ha reducido a la
quinta parte de lo que podía ser hace 20 años. Ello ha
producido un impacto negativo en nuestra economía que
tampoco podemos pensar vuelva a cambiar. Mas bien al
contrario, los ejércitos modernos apuestan por la
profesionalización y tecnificación, lo que supone la
necesaria disminución tanto por las propias necesidades en
tiempos de paz, como por el ahorro que ello implica.
-El Puerto. El Puerto de Ceuta ha sido el motor de la
economía Ceutí por muchas circunstancias. Así en la época de
las guerras de África y durante el protectorado Español en
Marruecos, era puerta de entrada de personas y mercancías
derivadas de esa situación geo-política. Mas tarde el Puerto
de Ceuta fue denominado la Gasolinera del Estrecho, por el
elevado número de buques que arribaban a repostar en nuestro
Puerto, hoy sometido a una fuerte competencia en esta
actividad desde otros puertos cercanos, y ha seguido y sigue
siendo puerta de entrada de personas con destino a África,
así como de mercancías para su venta en la ciudad.
Pero la globalización ha producido un hecho a nivel mundial
significativo, pues una gran parte de los bienes que consume
el mundo occidental se fabrican en el Sureste Asiático lo
que genera un comercio mundial, de proporciones gigantescas,
que supone transportar las materias primas a los países
industriales emergentes y transportar los productos
fabricados al mundo occidental que los consume. Una parte
muy importante de ese tráfico discurre por el Estrecho de
Gibraltar y además suele viajar transportado en
contenedores. Los puertos de la ribera del Mediterráneo
(Barcelona, Valencia, Málaga, Algeciras, Tánger) han
preparado sus infraestructuras para poder atender a ese
volumen de Comercio Mundial, con la implantación de grandes
terminales de contenedores así como con las
infraestructuras, ferroviarias y de carreteras,
indispensables para poder recibir ese comercio.
Si bien el Puerto de Ceuta inició la ejecución de obras de
ampliación para este tráfico – en las que ahora, para su
terminación, se pretende implicar a la iniciativa privada -
su valor puede ser escaso por varios factores. Su tamaño es
limitado. La ausencia de frontera comercial con Marruecos
impide el transporte por carretera y no existe
infraestructura ferroviaria. Así, su valor puede quedar
marginado al de depósito de distribución de contenedores, es
decir, un buque los descarga y otro los carga, cuyo impacto
no es menor, pero en cualquier caso reducido frente a otros
puertos próximos al de Ceuta que si tienen todos los
servicios.
-El Turismo. Es preciso reconocer el esfuerzo dedicado por
la Administración de la Ciudad, para conseguir atraer a
Ceuta el deseado turismo, que sirviera de motor a nuestra
economía. Así, el Parque Marítimo, el poblado marinero, el
Hotel Tryp, el Puerto Deportivo, etc.
Sin embargo, la realidad, y creo importante reconocerlo, es
que no conseguimos ese objetivo y seguimos estando a tiro de
piedra de dos grandes focos del Turismo -- Marruecos y la
Costa del Sol – pero sin implantación en nuestra tierra.
Sin embargo no debemos achacar esta situación, en exclusiva,
al precio del billete del barco en la travesía
Algeciras-Ceuta, que sin duda tiene una influencia negativa.
Existen otros elementos en la prestación de un Servicio
Turístico que puede desanimar la decisión de un cliente
potencial de venir a Ceuta a pasar unos días. Y aquí habrá
que analizar en profundidad, en la parte positiva las
prestaciones –tangibles e intangibles- que recibe el cliente
y en la parte negativa las inseguridades e incomodidades que
también percibe el cliente en la prestación del Servicio.
Estoy convencido que si en vez de culpabilizar
exclusivamente y de manera constante al precio del barco,
que tiene su parte de culpa, empezáramos a investigar el
impacto de estos factores positivos y negativos,
comenzaríamos a conocer el origen y las causas de la falta
de turismo en Ceuta.
-La Industria. Hoy en Ceuta no hay prácticamente, salvo
excepciones puntuales, empresas dedicadas a actividades
fabriles. La mayoría se orientan al mercado local y algunas
se dedican a exportar. Pero hay que recordar que, debido a
la falta de materias primas en Ceuta, cualquier actividad
industrial que se radique aquí, con visión de exportar, debe
traer las materias primas y enviar los productos fabricados,
lo que hace que el coste de ese transporte, encarezca el
precio final del producto y lo haga poco competitivo.
A través de la legislación fiscal de nuestro REF, se intenta
subvencionar a estas empresas por la vía de conseguir
exenciones y/o subvenciones que hicieran rentable y
competitiva la instalación de industrias de transformación
en Ceuta amparadas en las reglas de origen comunitarias. Sin
embargo, la falta de claridad de estas normas y la estricta
interpretación por las autoridades nacionales y de la Unión
Europea, crea una inseguridad jurídica que hace inviable, al
menos de momento, la actividad industrial en Ceuta.
Esta sería una visión global, desde el punto de vista
económico, de nuestra ciudad, donde habría que dejar
constancia además, de la presencia de la Administración en
dos niveles, la Central y la de la Ciudad Autónoma. Esta
circunstancia, supone, hasta ahora, una garantía de
estabilidad, ya que gran parte de los trabajadores dependen,
de manera directa o indirecta, de alguna administración y
eso ha supuesto que el impacto de la crisis económica haya
sido menor que en el resto de España.
Una vez llegados hasta aquí, lo más importante y complejo,
sería apuntar medidas que favorecieran el desarrollo y el
crecimiento de nuestra Ciudad. Para ello, y con carácter
previo, hay que tener muy claro que ante la situación de
crisis económica es preciso establecer prioridades y
olvidarse de intentarlo todo en todos los sectores. Será
preciso establecer las decisiones estratégicas de la
administración en aquellos sectores de actividad con
capacidad para generar empleo e inversiones en el sector
privado.
Desde ese punto de vista, y desconociendo si ya se ha
valorado esa posibilidad, me atrevería a decir que debemos
mirar al mar, como han hecho otras ciudades del litoral, es
nuestra materia prima por excelencia y a partir de un
análisis de experiencias ya realizadas, pero inexistentes en
los puertos mas próximos a Ceuta, intentar inversiones que
pudieran llenar huecos en la posible demanda de sus bienes y
servicios.
En cualquier caso, y como mero enunciado se podría plantear:
-Crear las infraestructuras necesarias para el desarrollo de
las industrias derivadas del mar. En particular la
acuicultura y producción en piscifactoría. También se
debería valorar la posibilidad de instalar industrias
derivadas del mar, como salazones o conserveras.
-Orientar las actividades de ocio al mar. Así los deportes
del mar en todas sus posibilidades, los viajes en barcos con
visión submarina – Ceuta dispone de unos fondos marinos
excepcionales - el turismo de avistamiento, etc.
-Valorar la creación de una Facultad de Ciencias del mar y
biología marina.
-Valorar la posibilidad de un turismo termal de Talaso-Terapia
con Hotel.
-Analizar los servicios portuarios para aprovechar al máximo
la situación estratégica del Puerto de Ceuta, en aquellos
servicios en los que podamos competir de manera
especializada y con alguna ventaja comparativa.
-Se debería profundizar en la posible instalación de
empresas relacionadas con la sociedad de la información, lo
que nos permitiría diseñar estrategias con anticipación que
posibilite la presencia de empresas relacionadas con las
nuevas tecnologías, al igual que están haciendo ciudades de
nuestro entorno más próximo.
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