El Grupo de Trabajo constituido por el Ministerio de Fomento
y la Ciudad Autónoma para “analizar legalmente la
posibilidad de establecer una tarifa máxima y/o una
frecuencia en las rotaciones”, según se propuso literalmente
en enero espera dar a conocer sus primeras conclusiones en
pocos días. No se prevé que vayan a ser “revolucionarias”.
La Comisión Técnica constituida en enero pasado por la
Administración local y el Ministerio de Fomento, del que
depende la Dirección General de Marina Mercante, prevé
reunirse por tercera vez “la primera o segunda semana del
mes de abril” en la ciudad autónoma para dar a conocer las
primeras conclusiones de estos dos meses y medio.
Según explicaron ayer fuentes cercanas a las conversaciones
que sobre la posiblidad de “analizar legalmente la
posibilidad de establecer una tarifa máxima y/o una
frecuencia en las rotaciones” han mantenido ambas
Administraciones, sus posibilidades de acción no parece que
vayan a arrojar iniciativas “revolucionarias”.
Parece seguro que las instituciones podrán exigir a la
adjudicataria del contrato de la línea de interés público un
incremento del número de billetes que debe poner a precios
mínimos a disposición de los usuarios, pero no imponer una
rebaja significativa de sus tarifas.
De acuerdo con la información que Marina Mercante facilitó
en julio del año pasado después de que este periódico
denunciase que la naviera incumplía lo prescrito en el
citado contrato la compañía está obligada a ofertar en cada
temporada alta del ejercicio pasado 6.720 plazas semanales
en su buque Alborán al precio de 35,62 euros la butaca,
29.568 a 31,22 y 19.712 a 21,45, a lo que hay que sumar las
tasas portuarias.
Además, Acciona debía ofrecer el año pasado 6.300 billetes a
83,90 euros para vehículos y otros 4.200 en el Alborán a
45,04 euros (sin contar las tasas).
Al menos hasta julio los precios de la compañía eran algo o
muchísimo más altos.
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