El primo del ingeniero de minas que resultó gravemente
herido en la explosión del Fuerte Mendizábal denunció ayer
que su pariente está a punto de morir por “la mala
asistencia” recibida y la “escasez de médicos” en el
Hospital Universitario de Ceuta. El Ingesa ha negado las
acusaciones y asegura que el paciente continúa estable en la
UCI, dentro de la misma gravedad con la que fue
hospitalizado.
La preocupación hace mella entre los familiares del único
herido en la explosión del Fuerte Mendizábal que permanece
ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Ceuta.
El primo del ingeniero de minas, Álvaro Fernández, denunció
ayer a EL PUEBLO que su pariente se encuentra, “veintiséis
días después de estar en coma, esperando a morir por falta
de una atención médica adecuada”.
Fernández apuntó que su primo, V. L., era el que estaba
menos afectados de los tres que fueron ingresados en la UCI
de Ceuta tras la explosión y que ahora “es el que se
encuentra peor” porque es el único que no ha sido trasladado
a ningún centro hospitalario de la Península.
El familiar del ingeniero fue más allá al afirmar con
rotundidad que el hospital ceutí “no funciona” porque “se
está viendo que no hay médicos suficientes”.
Fernández añadió que la asistencia recibida por su primo ha
sido “vergonzosa” mientras no se ha estado diciendo a la
opinión pública más que “no pasaba nada”.
Este portavoz de la famislia apuntó además que sus intentos
para que trasladaran al ingeniero de minas a un hospital de
la Península han sido en vano porque “siempre argumentan que
no se le puede mover, cuando sí lo hicieron con el
artillero, que es el que se encontraba peor”.
Por su parte, el Ingesa desmintió ayer categóricamente que
el ingeniero de minas estuviera a punto de morir y afirmó
que se mantenía estable dentro de la gravedad. V. L. tiene
cincuenta y ocho años, residía en Segovia aunque es natural
de Santander y tiene muy afectado un pulmón.
Quien sí ha resultado ya traslado a planta ha sido el hombre
que fue tiroteado el viernes en el Príncipe.
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