Ni España en general ni Ceuta en particular salen muy bien
paradas en el informe anual 2010 sobre el comercio mundial
de drogas del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Nuestro país sigue siendo, pese a sus esfuerzos en la lucha
contra el tráfico de estupefacientes, “la mayor puerta de
entrada a Europa de la cocaína procedente de Colombia,
Bolivia, Perú y Ecuador”. Las dos ciudades autónomas
aparecen, por su parte, retratadas como los dos principales
puntos de salida del hachís marroquí hacia los países
situados al norte del Mediterráneo, aunque se resaltan los
logros policiales conseguidos el año pasado.
Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y los aeropuertos
de Barajas y El Prat, en Madrid y Barcelona, siguen siendo
los enclaves que más preocupan al Departamento de Estado de
Estados Unidos, algo así como nuestro Ministerio de Asuntos
Exteriores, por su papel en el tráfico de estupefacientes a
nivel internacional.
En su informe anual 2010, que acaba de ser presentado con
una nueva polvareda de polémica en los países sudamericanos
políticamente menos afectos a Washington, la Administración
norteamericana señala, en el apartado dedicado a nuestro
país, que España es un punto de “tránsito principal” del
hachís marroquí y lamenta que “los enclaves norteafricanos
españoles de Ceuta y Melilla” son sus “puntos de partida
principales” hacia Europa.
No obstante, EEUU reconoce que las autoridades españolas
lograron durante el año pasado interrumpir “muchos envíos de
droga” al otro lado del Mediterráneo “gracias por al empleo
del Sistema de Vigilancia Integrado Externo (SIVE) que ha
desplegado sobre su costa sur. “En 2009 España amplió el
SIVE instalando un radar fijo en Ibiza, el primero de los
planificados para las Islas Baleares, cada vez más usadas en
las nuevas rutas de transporte del hachís procedente de
Marruecos y Argelia”, aprecia el informe, con más 1.500
páginas.
Para la Administración Obma el papel que juega España en el
tránsito del hachís marroquí hacia Europa tiene su origen en
dos causas: “Considerando su proximidad a Marruecos, España
es un punto de transferencia clave para la resina de cáñamo
hacia otros destinos de la Europa Occidental. Francia,
Bélgica, Países Bajos y Italia son sus destinos
principales”, indica el texto en alusión a la ubicación
geográfica de nuestro país.
Más preocupante es que, por segundo año consecutivo, el
Departamento de Estado vuelva a denunciar que las dos
ciudades españolas tienen “unos niveles de inspección
antidroga estándar más bajos que los del resto de la Unión
Europea”.
Esa es la razón por la que, a ojos del Gobierno
estadounidense, Ceuta y Melilla son, junto al puerto
marroquí de Tánger, dos de las tres vías más utilizadas para
trasladar hachís al continente europeo desde el Reino
alauita a la vista de que el despliegue del (SIVE) “ha
forzado a los narcotraficantes a utilizar rutas más largas y
vulnerables” para realizar sus ‘pases’.
Literalmente, el informe señala que “la mayoría de los
envíos grandes de cáñamo ilícito que parten hacia España
viajan en lanchas rápidas que pueden hacer el viaje de ida y
vuelta a España en una hora o menos, aunque los barcos de
pesca, yates, y otros navíos también sean usados”. “Los
contrabandistas”, prosigue su análisis de situación,
“también siguen transportando el hachís en camiones y
automóviles a través de los enclaves españoles de Ceuta y
Melilla, donde es sabido que hay normas inferiores de
inspección que en el resto de la Unión europea, y el puerto
marroquí de Tánger, cruzando el Estrecho de Gibraltar en
barco”.
Heroína hacia Marruecos
Como novedad con respecto al año pasado en el informe de
este ejercicio el Departamento de Estado incluye también a
Ceuta como puerta de entrada, en este caso en sentido
contrario, de heroína en el país vecino.
“De acuerdo con los informes del Gobierno de Marruecos la
heroína entra en su país desde Ceuta y Melilla y su
distribución generalmente se limita a las provincias de
Tánger y Tetuán”. “A finales de 2008”, recuerda el informe,
“Marruecos y España formaron una comisión conjunta para
luchar el tráfico de drogas y la migración ilegal. El
despliegue en España de una red de radar fijo y modular de
sensores infrarrojos y de vídeo alrededor de Estrecho de
Gibraltar ha forzado a los contrabandistas marroquíes a
tomar rutas más largas vulnerables”.
El capítulo dedicado al país vecino también termina con un
voto de confianza en que “la naturaleza endémica de la
cultura de cáñamo en Marruecos seguirá siendo gradualmente
mejorada gracias a la estrategia antidroga comprensiva de
Marruecos”. “EEUU”, compromete el informe, “seguirá
supervisando la situación de las drogas ilegales en
Marruecos, cooperará con el Gobierno marroquí en sus
esfuerzos contra el tráfico de estupefacientes y
proporcionará entramiento para la aplicación de medidas
legales, de Inteligencia u otras contra el mismo”.
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