Ver para creer. Ahora resulta que el PP está siendo
“demasiado agresivo” con el Gobierno por la subida de dos
puntos del IVA. Es “demasiado agresivo” porque se opone a
una medida injusta y antisocial como esta. Y lo único que
hacemos desde el PP y desde NNGG es manifestar nuestra
oposición a una decisión desacertada, injusta y equivocada.
Entonces te salen los socialistas de salón con eso de que lo
ha aprobado el Parlamento. Ya. Y qué. ¿Es que como lo ha
aprobado el Parlamento nos tenemos que callar? También
aprobó el Parlamento que España votara a favor de la
invasión de Iraq en el Consejo de Seguridad de la ONU, y
ellos no se callaron. ¿Por qué estos socialistas tienen
derecho a no callarse y nos mandan callar a los demás?.
El diccionario de la lengua (de la española, claro) dice que
rebelarse significa “oponer resistencia” a algo y es de todo
punto comprensible que opongamos resistencia a una medida
que va a suponer un empobrecimiento añadido a lo que ya
llevamos en estos dos años en las familias españolas.
Y es que resulta que el presidente Rodríguez Zapatero ha
tenido la caradura y la osadía de afirmar que la subida del
IVA va a servir para pagar el desempleo de los parados,
pero, señor mío, ¿desde cuándo se paga el desempleo con
impuestos? ¿No se paga con las cotizaciones a la Seguridad
Social, que sepamos? Entonces, ¿por qué nos cuenta una
milonga? Los socialistas, que en el fondo son conscientes de
que esta subida del IVA es una golfada y de las gordas, se
sacan entonces de la manga el argumento de que todo esto
tiene un fin social. Pero desde NNGG preguntamos si esta
medida ayuda al fin social de que uno de cada dos jóvenes no
tenga un empleo digno en España, si es un fin social que
permita que los jóvenes de este país no podamos acceder a
una vivienda digna, si es un fin social para que a los
jóvenes españoles nos siga siendo imposible tener un
proyecto vital propio y si está enfocada al fin social de
que los jóvenes estemos pagando la crisis y la mala gestión
del partido socialista.
Este gobierno sólo busca comparaciones odiosas para tener
una excusa a la mayor subida de impuestos de la historia de
la democracia y no por mucho mentir van a conseguir los
socialistas que deje de hablarse de lo que de verdad
importa, de lo que de verdad va a afectar a los bolsillos de
la gente, porque una subida de dos puntos del IVA tiene un
impacto medio por hogar de entre 300 y 400 euros mensuales.
Eso, en hogares de clase media-alta, puede no ser muy
significativo, pero esa no es la situación de la mayoría.
No, la situación de la mayoría es la de no llegar a fin de
mes, es la de tener uno o varios miembros de la familia en
paro, es la de verse obligados a acudir a comedores sociales
para poder alimentar a niños y mayores; y a todos esos, que
son muchos, es a los que Rodríguez les va a apretar un poco
más las tuercas con esta subida de dos puntos del IVA. Muy
social, sí. La leche de social. Se nos abren las carnes de
lo social que es el asunto y nos ponemos a llorar al ver lo
mucho que se preocupa Rodríguez de los más desfavorecidos…
Ahora bien, lo que si le importa a Zapatero es mediante un
gran aparato logístico y mucho dinero, bombardearnos por
televisión con una campaña publicitaria gubernamental, en la
que Serrat, Buenafuente, Melendi...(estos si que llegan a
final de mes...) que subraya la estrategia del gobierno, que
versa : “estoloarreglamosentretodos.org”, esto nos recuerda
a cuando en nuestras casas estamos hechando una partida de
un juego de mesa, y llega el gracioso que te mueve el
tablero y te tira las fichas, y suelta...no pasa
nada!...esto lo arreglamos entre todos!!!...Señor Zapatero
usted se ha cargado la partida, esto arréglelo usted, y si
no sabe como arreglarlo, márchese, o mejor...convoque unas
elecciones generales.
Miren, si en algún momento de todo este largo peregrinar por
el calvario de la crisis (ya estamos en Semana Santa, no se
olviden), el Gobierno hubiera demostrado algún signo, por
pequeño que fuera, de arrepentimiento… Si se hubiera dignado
a dar al menos la sensación de que de verdad se iba a poner
las pilas y trabajar en un verdadero plan anticrisis… Si
hubiéramos visto signos evidentes de que el Ejecutivo estaba
dispuesto a controlar las cuentas públicas, con un plan de
ahorro creíble y un ajuste presupuestario serio… Si en lugar
de hacerles la pelota a los sindicatos el Gobierno hubiera
puesto sobre la mesa una reforma laboral de calado… Si todo
eso y otras muchas cosas más hubiesen sido posibles
demostrando que el Gobierno es capaz de rectificar y
enderezar lo que ha torcido, hasta liberales como nosotros,
siempre enemigos de cualquier subida de impuestos,
hubiéramos podido mostrarnos comprensivos con una medida de
este tipo como último recurso para controlar un déficit
desbocado. Pero un Gobierno que no ha hecho los deberes, que
nos ha conducido a esta situación, que no ha sido capaz de
generar confianza y que ha perdido cualquier resquicio de
credibilidad, que ha mentido, engañado y estafado a todo
bicho viviente (Bruselas incluida), no puede venir ahora a
pedirnos un sacrificio que ese Gobierno no ha estado
dispuesto a hacer.
Por eso NNGG nos rebelamos. No es por una cuestión de
contestación en la calle a las decisiones del Parlamento
(cosa que, por cierto, sí hicieron los mismos socialistas
que ahora nos coartan la libertad de hacerlo a los demás),
sino por una cuestión de hartazgo de esta permanente
tomadura de pelo, porque nos negamos a que el Gobierno
utilice a los ciudadanos como conejillos de indias, como
chivos expiatorios de sus propios errores y de su
incapacidad para sacarnos de esta crisis, como excusa para
evitar lo que ya parece inevitable y que no es otra cosa que
el correctivo de Bruselas y la amenaza cierta de que la
Unión Monetaria nos despida con viento fresco porque ni
Francia ni Alemania van a estar dispuestas a sufragar la
nefasta política económica de Rodríguez Zapatero. Nos
rebelamos porque creemos que es justo hacerlo, porque nos
oponemos a que sean los más débiles los que tengan que
soportar el peso de los errores de este tipo que nos
gobierna. Y por último, nos rebelamos por una mera razón
profundamente democrática, porque vivimos en libertad y un
gobierno no nos tiene que decir que nos callemos ante la
mayor fechoría y el mayor sablazo del peor gobernante de la
historia democrática de este país.
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