El Murallas de Ceuta dio ayer un importantísimo salto hacia
la permanencia después de vencer (1-2) al Atlético
Sanluqueño en un partido muy intenso en el que los ceutíes
terminaron llevándose el triunfo a pesar de las
circunstancias adversas. El equipo caballa, que sestaba
obligado a ganar para continuar en la lucha por la
permanencia demostró desde el primer minuto que estaba
dispuesto a dejarse la piel sobre el terreno de juego de El
Palmar para obtener los tres puntos. Así, un primer tanto de
Hakim en el 5’ abrió el camino para los ceutíes, que se
vieron empatados al final de la primera parte tras encajar
un tanto de los gaditanos. Sin embargo, un último tanto de
Manolo en propia puerta, con la indispensable ayuda de
Álvaro, permitió a los ceutíes conseguir un triunfo con el
que se mantiene vivo.
El partido se presentaba decisivo, y lejos de acobardarse
los ceutíes saltaron al terreno de juego con la única idea
de marcar cuanto antes. De esta forma, Hakim, aprovechándo
un gran pase en profundida de Borja, se plantó sólo ante
Moisés y tras deshacerse de él hizo el 1-0 con una gran
finalización.
Con el primer tanto en el bolsillo el Murallas continuó
manteniendo el dominio de la pelota, mientras que el
Sanluqueño sólo era capaz de acercarse con tímidas jugadas
de Abel, el más peligrosos de los gaditanos durante todo el
encuentro. El propio Abel, en el 37’, fue el encargado de
ponerle un gran centro a Fran Ruso que, en su lucha con
Álvaro, consiguió rematar el esférico hasta el fondo de la
portería defendida por Garrido, que poco pudo hacer ante el
empate del gaditano.
Tras la reanudación, los ceutíes volvieron a saltar al campo
con más fuera que el Sanluqueño, y pronto se vio en las
repetidas ocasiones con las que contaron los ceutíes. Esta
intensidad permitió que, a pesar de contar con un jugador
menos por la expulsión de Corrales, y de la lesión de Hakim,
el Murallas saquese fuerzas de flaqueza para, en el 78’
marcar el 1-2 definitivo después de que Manolo, al intentar
evitar que Álvaro rematase el esférico a puerta, marcase en
su propia portería, dándole el triunfo a un conjunto caballa
más cerca de la salvación.
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