El nuevo Consejo Sectorial de Medio Ambiente fue presentado
ayer por la viceconsejera de Calidad Ambiental, Celínea de
Miguel, como una herramienta para canalizar la participación
ciudadana en esta materia. Sin embargo, su composición, que
sólo prevé la presencia de un representante de las
organizaciones ecologistas de la ciudad, ya ha suscitado
recelo entre las organizaciones verdes de Ceuta. El
reglamento del consejo acaba de entrar ahora en el periodo
de alegaciones.
La viceconsejera de Calidad Ambiental, Celínea de Miguel,
anunció ayer el nacimiento del Consejo Sectorial de Medio
Ambiente, que tras su aprobación por el Pleno de la Asamblea
entra en periodo de exposición pública para que los
ciudadanos y grupos políticos puedan presentar alegaciones.
De Miguel presentó este nuevo órgano consultivo como una
herramienta para canalizar la participación ciudadana en
materia de medio ambiente y resaltó su carácter
multidisciplinar, pues deberá atender a la biodiversidad.
El reglamento aprobado por el Pleno establece que este
consejo se organizará a través un presidente, un
vicepresidente, un pleno y grupos de trabajo. El pleno
estará formado por la presidencia, que recaerá sobre la
consejera Yolanda Bel, la vicepresidencia, que ostentará el
viceconsejero que se designe, un representante de Obimasa,
otro de Acemsa, otro de la Federación Provincial de Vecinos
y un único representante de las asociaciones ecologistas de
la ciudad.
Su composición tendrá una duración de cuatro años y se
reunirá con carácter ordinario una vez cada año. De Miguel
destacó entre sus funciones el dar cuenta de los planes y
programas que se desarrollen desde la Ciudad en materia
medioambiental, impulsar campañas de sensibilización en esta
materia y crear grupos de trabajo. En resumen, deberá emitir
informes y presentar propuestas.
La viceconsejera apuntó que el representante de las
asociaciones ecologistas será elegido entre todas las
entidades que trabajan en este terreno. Sin embargo, este es
uno de los aspectos que más descontento ha generado entre
las organizaciones verdes de la ciudad autónoma.
Así, el delegado de la Sociedad Española de Ornitología (SEO),
José Jiménez, aunque subrayó que es positivo que exista esta
herramienta, lamentó que “se nos haya excluido a la SEO y a
los grupos ecologistas”. No en vano recordó que la SEO ya
pidió el 2007 que se creara este consejo.
Jiménez apuntó que la entidad a la que representa no piensa
delegar sus propuestas en otro grupo ecologista porque “el
medio ambiente es un área muy amplia y nadie es experto en
todo”. Por ello apeló a la pluralidad del consejo.
Más incisivo si cabe resultó el portavoz de la Asociación
Protectora de Animales, Juan José Tusset, quien calificó de
“barbaridad” que el consejo no sea “un órgano paritario”
porque posee muchos más representantes de la Administración
que de entidades medioambientales.
“El consejo que se pretende crear no concuerda con el
planteamiento inicial de ser un órgano representativo”,
añadió Tusset. Y anunció que las entidades ecologistas se
pronunciarían con más rotundidad en los próximos días.
Consejo nacional
Por su parte, el portavoz de Septem Nostra, José Manuel
Pérez, resaltó que la puesta en marcha de este órgano era un
compromiso de la consejera de Medio Ambiente y apuntó que su
composición debería organizarse igual que la del Consejo
Nacional, donde están presentes las organizaciones más
representativas. Sin embargo, también puntualizó que abrir
el consejo demasiado y dotarlo de muchos participantes
podría convertirlo en inoperativo.
Pérez se remitió a la Ley 27/2006 por la que se regulan los
derechos de acceso a la información de participación pública
en materia medioambiental, que establece que la composición
del consejo nacional debe constar de un representante por
cada ONG que defienda el medio ambiente y el desarrollo
sostenible y tenga una antigüedad de al menos dos años.
En todo caso, recalcó que no hay razones para hacer de este
consejo un órgano excluyente y que todavía se está a tiempo
de modificar su composición y dotarlo de una mayor
representación de las principales organizaciones ecologistas
que operan en la actualidad en la ciudad autónoma.
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El PSOE califica la puesta en marcha del órgano como
“un paripé más en la política de escaparate” del PP
La viceconsejera Celínea de Miguel
apuntó que el reglamento ha sido consensuada con la
oposición en comisión informativa, pero la portavoz del
grupo parlamentario socialista, Inmaculada Ramírez, criticó
el carácter restrictivo del consejo y que no cuente, no sólo
con las organizaciones ecologistas más representativas, sino
tampoco con los grupos políticos presentes en la Asamblea ni
con colegios profesionales como del Arquitectos, con tanto
protagonismo en el planeamiento urbanístico. Ramírez también
criticó que sólo se reúna de manera ordinaria una vez al año
y que las sesiones extraordinarias sólo puedan ser
convocadas por la consejera. “El consejo es un paripé más
dentro de la política de escaparate del Gobierno local, que
ha tardado once años en constituirlo”, dijo.
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