Los males no vienen solos y cada semana que pasa hay un
“otro tumbo” con lo que la moral se está marchando y los
errores iniciales se están convirtiendo en auténticos
traumas, a medida que se acerca el final de la temporada.
Sergio Postigo y su lesión
Es la penúltima de las desdichas que está sufriendo el
Ceuta. Un jugador que era toda una esperanza cara a la
portería contraria y que, tras haber jugado unos cuantos,
pocos, ratos ahora será baja hasta septiembre por lo menos.
Y es que el encuentro ante el Polideportivo Ejido fue de
esos que quedarán marcados en la historia futbolística de
Ceuta, puesto que, junto a la derrota (0-3) sobre el terreno
de juego, y luego la “no aceptación” de la reclamación por
una “presunta” alineación indebida, viene ahora el resultado
de la lesión de Sergio Postigo, con una lesión grave:
“rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla
izquierda”. No podía salir peor la operación y si bien es
cierto que esta lesión le puede permitir al Ceuta hacerse
con los servicios de un jugador, no necesariamente del paro,
a estas alturas no parece lo más posible que jugadores de
auténtica entidad, que puedan servir de revulsivo, estén
dispuestos para venir a jugar al Ceuta y ser, de veras, ese
revulsivo que hace falta.
Otra ficha más sin rendimiento
No es lo más normal en un equipo de fútbol lo que está
pasando, desde hace tres meses, en el Ceuta, que unos
jugadores estén cobrando su ficha, estén ocupando una plaza
y que no estén disponibles para jugar.
Particularmente, alguno de ellos se merece no estar jugando
en el Ceuta o en otros equipos, pero creo que en septiembre
ya habría que haber contado con eso, y yo creo que una serie
de millones de las antiguas pesetas no se pueden tirar por
la borda, puesto que esa no es la mejor forma de administrar
unos dineros que ya sabemos de donde proceden.
Y ahora, otro jugador que, necesariamente, tiene que cobrar
su ficha y que, por lesión, ya no podrá ser utilizado en
toda la temporada.
¿Qué va a suceder?. Desde mi punto de vista, todo va a
depender del resultado que haya en Jaén. Si allí se gana y
se sigue “ a tiro de piedra” del cuarto puesto, habrá que
buscar por cielo, tierra y mar, para hacerse con los
servicios de algún jugador que pueda ser rentable, que
costará lo que cueste (otro gasto más), pero si en Jaén se
pierde, no veo que los ánimos estén para más desembolsos y
lo normal sería que se siga con lo que hay, que se acepte el
fracaso y que se haga todo lo posible por confeccionar un
equipo más competitivo, para el año que viene, con o sin
psicólogo incluido.
Y digo lo del psicólogo porque, en realidad, ¡¡Vaya
“mochuelo” que le ha caído a este psicólogo!! Con un equipo
roto y sin muchas posibilidades de ir zurciendo los
desgarrones que se van produciendo cada día.
Lo que decía al principio, ni aunque algún brujo le hubiera
echado mal de ojo, le hubieran salido peor las cosas al
Ceuta, esta temporada.
Errores anunciados
No todo, pero sí parte de lo que está sucediendo ya lo
habíamos dicho desde aquí, y no, precisamente, por
fastidiar, sino por mostrar lo que había.
Decir eso en septiembre acarreaba que en más de una ocasión
hubiera miradas aviesas, por quienes gozan de un talante
sólo a tono con “Si no estás conmigo, estás contra mí”. Nada
de eso puede haber, cuando uno es una persona pública y un
presidente o un directivo del Ceuta, aquí, es una persona
pública, en Madrid no sería nada, y por eso es aquí y no en
Valencia o en Barcelona, donde se dicen las cosas del Ceuta,
pero se dicen viendo lo que hay y con la legitimidad que te
da el que parte de esos ingresos que van al equipo son,
también, de nuestros impuestos.
Ahora, por tanto, se exige temple, cordura y tratar de
solucionar los problemas, porque todo lo demás es
“emborronar” más la situación, que no está nada clara.
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