Dos hombres se sentaron ayer en el banquillo de los acusados
por cometer un delito contra la salud pública, es decir,
tráfico de estupefacientes. Delito que ambos reconocieron
aceptando los términos de la conformidad propuesta por la
representante del Ministerio Fiscal.
El titular del Penal número 2 condenó al primero de los
acusados a un año, nueve meses y diez de prisión y el pago
de 3.512 euros, con tres días de responsabilidad personal
subsidiaria, aunque la pena privativa de libertad quedó
suspendida por la condición de no volver a delinquir durante
el periodo de dos años.
Todo ello por haber sido interceptado en la zona de
preembarque de vehículos de la Estación Marítima con dos
kilos de hachís que llevaba en una botella de aceite dentro
del maletero.
Para el segundo de los procesados, el magistrado de dicho
órgano judicial también dictó sentencia condenatoria de tres
años y dos meses de cárcel y el pago de 15.821 euros, con
tres días de responsabilidad personal subsidiaria. En este
caso, los agentes de la Guardia Civil localizaron en el
turismo del acusado, el 19 de febrero sobre las 21:50 horas,
casi 11 kilos de resina de hachís que se encontraban ocultos
en el depósito de combustible, con la intención de ser
distribuidos en el territorio peninsular.
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