Hoy, puedo afirmar sin lugar a
equivocarme, que los expertos profesionales de la publicidad
simpatizantes del Partido Socialista del Pueblo de Ceuta es
decir, de Juan Luís Aróstegui, han realizado una
extraordinaria labor aunque, no por ello han conseguido
convencer del “nuevo” proyecto político a una ciudadanía
concienciada desde hace años de la verdadera realidad de las
dos formaciones que conforman la coalición “CABALLAS”.
Una coalición que se presenta con la única intención de
dividir a la sociedad ceutí al afirmar contundentemente, que
su unidad busca recuperar el verdadero significado del
término caballa ya que, los partidos de implantación
nacional han ignorado tradicionalmente a nuestra ciudad y
por tanto, a todos los ceutíes. Unos portavoces que critican
abiertamente la labor desarrollada en los últimos años desde
las dos administraciones, acusándolas de beneficiar a unos
pocos frente a la inmensa mayoría.
Una coalición cuya carta de presentación titulada “La
convivencia comienza hoy” finaliza cuestionando la identidad
de aquellos ceutíes que no apoyamos un proyecto político
nacido de la exclusión y la confrontación ya que, tal y como
indica el propio documento, se autodefinen como los únicos
representantes de la inclusión intercultural, de la igualdad
al fusionar en esta coalición una formación integrada en su
totalidad por “musulmanes” y otra por “cristianos” cuando,
la realidad política de la ciudad es perfectamente conocida
por una ciudadanía experimentada en estas lides.
Todos los ceutíes somos conscientes, que en la mente del
líder de la UDCE siempre ha primado el interés por
“cristianizar” una formación política dedicada, desde sus
inicios, exclusivamente a subsanar las problemáticas que
afectaban al colectivo musulmán, excluyendo al resto de
ceutíes de sus reivindicaciones. Afirmación argumentada en
todas y cada una de las reivindicaciones formuladas por los
miembros de esta formación política así como, por las
numerosas actuaciones, declaraciones y comportamientos
excluyentes en apoyo de determinadas “causas”, que sin lugar
a dudas han puesto en serio riesgo la convivencia en nuestra
ciudad.
Podría reflexionar sobre los acercamientos de Mohamed Alí a
las formaciones políticas de implantación nacional, podría
reflexionar sobre la coalición UDCE-IU y su posterior
ruptura, también podría hacerlo en relación al apoyo real de
esta formación a la candidatura del PSOE en las últimas
Elecciones Generales celebradas pero, todo ello sería
insistir en el mismo argumento, la incoherencia de un líder
político que aún no ha encontrado su espacio político. En
definitiva, hemos asistido a la presentación oficial de una
coalición, que representa todo aquello que los ceutíes
rechazamos hace nueve años cuando otorgamos nuestro
mayoritario apoyo a la persona que reúne todos los valores
que deseábamos; moralidad, honradez, laboriosidad, cercanía
y gratitud.
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