No contó con una presentación como
se hubiera deseado. La falta de interlocutores mermó el
inicio oficial de un órgano que debe erigirse en el vehículo
necesario para atender, acometer y corregir lo que en
Educación Ceuta necesita. Con la responsabilidad que se le
presupone a quienes en sus manos tienen los que deben velar
porque las futuras generaciones no fracasen en los niveles
actuales, debe preverse que la situación terminará
reconducida para beneficio -hay que tenerlo siempre
presente- del actual censo escolar, pero también de los
futuros listados de jóvenes ceutíes que han de recibir el
producto de una buena gestión por ser los ciudadanos a los
que más ha de protegerse... representan las próximas
generaciones. Tanto Ceuta como Melilla, dependientes de la
Administración Estatal, no deben ser tan dificultosas para
la potencia de todo un Estado, que además debe dar ejemplo
de un mejor saber hacer que las autonomías con competencias
en Educación.
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