Cargada de buenas intenciones, mejores palabras y una muleta
para lidiar con el descontento sindical, la directora
general de Evaluación y Cooperación Territorial del
Ministerio de Educación, Rosa Peñalver, ofició ayer entre
los reproches de CCOO y ANPE que oyó a través de los medios
y los de UGT y las asociaciones de padres, que escuchó en
directo, la constitución oficial del Foro de la Educación de
Ceuta, el órgano “colegiado y consultivo” al que se
encomienda la tarea de recopilar las inquietudes y
propuestas “de toda la sociedad ceutí” en esta materia con
el “compromiso” oficial de atenderlas.
Mientras cuatro de los cinco miembros del Foro de la
Educación de Ceuta adscritos a CCOO y ANPE comparecían ante
los periodistas para poner verde al director provincial del
Ministerio y a todos sus superiores, la directora general de
Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de
Educación, Rosa Peñalver, que a la vista de las competencias
que tiene bajo su mando tampoco es ninguna mindundi,
aterrizaba en el helipuerto.
Por los medios, de camino al CEIP Ortega y Gasset, el primer
centro ceutí al que llegaron las pizarras digitales y los
ordenadores portátiles para los alumnos del programa Escuela
2.0, supo que ambas centrales habían vuelto a insistir en
que su figura no era la más adecuada para constituir un
órgano tan importante (se aspiraba a recibir al ministro o,
como mínimo, a la secretaria de Estado); que algunas de las
“personalidades de reconocido prestigio” elegidas les
parecen de chufla y que tanto el retraso como las formas de
la convocatoria de ayer no eran dignas.
Después de pasar un rato con los estudiantes del Ortega la
directora general se paró ante los micrófonos, asumió con
galones hasta las preguntas que no se dirigían a ella, y
reiteró que, “respetando” todas las opiniones, no compartía
ninguna de las críticas. Advirtió que la potestad de nombrar
a parte de los integrantes del Foro le corresponde a la
Administración y que simplemente había ejercido tal potestad
según su mejor criterio y repitió que si ni Gabilondo ni
Almunia (“vendrá porque tiene especial interés en hacerlo”,
prometió) estaban aquí ni lo habían hecho antes era porque
primero imponderables meteorológicos y de agenda se lo
habían impedido igual que ahora lo hacían las negociaciones
para forjar un Pacto por la Educación “que dé estabilidad
financiera y económica al sistema gobierne quien gobierne”.
“Este Foro”, contrapuso Peñalver sus argumentos, “viene a
dar respuesta a la demanda de Ceuta de tener un órgano que a
mí me parece muy importante para hacer llegar al Ministerio
las preocupaciones, demandas e inquietudes educativas de la
ciudad de una manera más próxima y directa”.
“La tarea es inmensa”
Por la tarde, en el Aula Magna de la Facultad de Educación,
Peñalver procedió en compañía del delegado del Gobierno,
José Fernández Chacón; el director provincial de Educación,
Aquilino Melgar; y el presidente del Foro, Francisco Díaz
Rosas, entre otras autoridades, a constituir formalmente el
órgano.
Uno por uno fueron desfilando ante ella todos los presentes,
veinte de los 27 integrantes que tendrán derecho a voto a
partir del próximo 15 de abril, para cuando está convocada
su primera reunión. Al recibir su documentación, uno de los
representantes del colectivo de padres, Mohamed Mustafa,
saludó a la directora con un “más vale tarde que nunca”.
Después, el representante de FETE-UGT, Francisco Lobato,
pidió la palabra para decir que él y sus compañeros estaban
allí por “responsabilidad”, pero que comparten todos los
argumentos de CCOO y ANPE. Para dejar constancia de ello,
entregó a Peñalver una carta para el ministro que enumera
todos los agravios que, a juicio del sindicato, ha sufrido
Ceuta recientemente.
La directora general contestó a las críticas con un
compromiso firme, el de “atender” todas las sugerencias que
le traslade el Foro, y una larga lista de objetivos a los
que se refirió como “una tarea inmensa”. Para cumplirla
pidió “altura de miras y voluntad política” consciente de
que pactar y poner en práctica iniciativas capaces de
“mejorar los resultados académicos de los alumnos ceutíes”,
lograr “equidad educativa”, conseguir “una escolarización
equilibrada que evite la asocialidad y el fracaso escolar”,
“construir nuevos centros”, “trabajar por la plena
integración de todas las culturas” o “adecuar la oferta
formativa a las necesidades de la ciudad” no será fácil.
“Aquí está representada toda la sociedad ceutí y todos
tenéis algo que decir”, terminó la política murciana, que
aseguró volver a Madrid con el propósito de mantener una
“atenta espera” a las “propuestas, quejas e inquietudes” que
desde el Foro ceutí se le trasladen a la Administración,
sobre la que en cualquier caso no tendrá ningún poder
vinculante con sus pronunciamientos.
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Díaz Rosas pone deberes: lo primero, el Reglamento y buscar
sede
“Muy inglés”, como se autodefine,
el presidente del Foro de la Educación, Francisco Díaz
Rosas, no tuvo empacho en corregir en directo a la directora
general cuando esta le presentó como vicedecano. “Ex”, le
matizó él después de que Peñalver dijese que no se podía
haber encontrado mejor cabeza visible para el órgano
colegiado que él. Durante su presentación el doctor en
Ciencias de la Educación se comprometió a ser portavoz de
todo aquel grupo que sin tener presencia en el Foro quiera
aportarle algo. Recordó a los presentes que de allí sólo van
a sacar, en el mejor de los casos, la “satisfacción
personal” de contribuir a mejorar la educación de los más
jóvenes y agradeció a la Administración haber puesto en
marcha el órgano, para el que reclamó independencia.
“Debemos buscar el consenso, renunciar al maximalismo y
ofrecer implicación y corresponsabilidad”, reivindicó antes
de poner deberes: antes que nada, constituir un grupo para
elaborar el Reglamento de funcionamiento y buscar sede fija.
La primera reunión, el 15 de abril, que hay mucho tajo por
delante. Ese día sí estarán alrededor de la mesa todos los
que son.
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