Hay quienes me critican, porque de
todo tiene que haber en este mundo, cuando por considerar
que he cometido un acierto, me canto aquello de la chirigota
gaditana: “no tirarme bocadillos de jamón, que me voy a
mosquear”. Pues para que la cosa no decaiga y estos pobres
míos me sigan criticando, ahí va otra vez el estribillo: “no
tirarme bocadillos de jamón, que me voy a mosquear”.
El Gobierno va a proponer a las CC. AA la firma de un
documento que contiene medidas para reducir en ciento de
millones de euros el gasto farmacéutico, que ronda los
15.000 millones de euros cada año lo que supone una duda
razonable acerca de la sostenibilidad del Sistema Nacional
de Salud.
Si nos vamos a la hemeroteca de “EL PUEBLO”, fácilmente se
podrá encontrar, algunos artículos sobre este asunto en los
que daba, desde mis escasos conocimientos, ideas para acabar
con ese despilfarro que iba en perjuicio de todos.
Mi idea, no se si mala o buena, pero que valía para ahorrar
cientos de millones de euros y acabar, de una vez por todas,
con esos cajones de medicamentos que cada uno de nosotros
tiene en su casa y que no valen para nada.
Esa idea la basaba en lo siguiente. Se acabó de recetar
cajas con treinta pastillas o veinte inyecciones, cuando el
enfermo sólo necesitaba seis inyecciones y cuatro pastillas.
Todo consistía, en que las multinacionales farmacéuticas,
hicieran las cajas de pastillas o inyecciones de forma
reducida, en tres, seis u ocho.
Si a la siguiente visita al médico, que le había recetado
tres inyecciones y seis pastillas, el enfermo se había
recuperado, no tenía el por qué de volverle a recetar,
nuevamente, esos medicamentos
Saben ustedes o se pueden imaginar, los cientos de millones
de euros que se podrían ahorrar, cada año, poniendo en
marcha esta idea. De la misma forma, saben la cantidad de
miles de millones de medicamentos que dejarían de estar en
los cajones de sus casas, con la incomodidad que ello
supone.
Esa fue, a grande rasgos, mi idea para ahorrar ciento de
millones de euros y evitar que cada uno de nosotros, tuviese
en su casa un cajón de medicamentos que no valen para nada,
pero que cuestan un dinero.
Y va ahora el Gobierno y le propone a las CC. AA la firma de
un documento con medidas para reducir en ciento de millones
de euros el gasto farmacéutico. No me negarán el derecho que
me asiste, aunque algunos me critiquen, a cantar el
estribillo de la chirigota gaditana. Vamos, en una palabra,
no me beso porque no me llego.
Ahí tienen la idea, hagan lo que más le convengan con ella,
pero no me venga como dicen algunos técnicos y el Principado
de Asturias a proponer que los jubilados con mayor pensión,
paguemos parte de los medicamentos.
Miren, inteligentes, nos han bajado la pensión y nos han
subido un punto el IRPF. Por qué no es mejor solucionarlo,
reduciendo a la mitad el sueldo de los altos cargos o
reduciendo cargos que sobran por un tubo. Es un decir.
Vamos, otra de mis ideas, para salir de la crisis.
|