Este pasado sábado, la suerte llamó a la puerta de muchos
ceutíes. La ONCE ha repartido en la ciudad, por medio de
diez cupones premiados, un total de 250.000 euros. Estos
cupones han sido todos repartidos por Yamal Mohamed Mohamed,
agente vendedor de esta organización que tiene su puesto de
trabajo en la Calle Echegaray y que, después de esta
sorpresa, espera, en sus palabras, “seguir repartiendo
muchísimos premios más y regalando todavía más alegrías a
las personas”. Mohamed señala que sus vecinos y amigos
siempre bromeaban y le decían que “nunca daba nada”, y por
eso afirma que “la concesión de estos premios han supuesto
para mi un nuevo comienzo, un nuevo paso adelante dentro de
mi carrera”.
Pregunta.- Acaba de enterarse de que ha regalado 10
cupones con premio. 250.000 euros que se han repartido entre
10 afortunados ceutíes. ¿Como se siente ahora mismo?
Respuesta.- Pues estoy que no me lo creo. Me acabo de
enterar de la buena noticia y todavía la estoy asimilando.
Creo que puede que esté, en este preciso momento, hasta más
sorprendido que los propios premiados. La verdad es que no
me lo esperaba.
P.-¿Son los primeros premios conjuntos que reparte con
esta cantidad tan elevada?
R.-Sí, son los primeros. Y es para mí un orgullo haber hecho
feliz con ellos a tantas personas. Llevaba mucho tiempo
esperando poder dar algún premio de este tipo: estoy muy
contento de haberlo conseguido por fin.
P.-¿A qué se está refiriendo con ese ansiado ‘por fin’?
R.-Muchos amigos siempre han bromeado conmigo porque, hasta
este momento, había dado pocos premios. Me decían, siempre
con cariño y desde la amistad, eso sí, que yo ‘nunca daba
nada’. Por eso ahora me encuentro tan satisfecho: digamos
que he superado una etapa, una prueba que tenía para conmigo
mismo.
P.-¿Cree que este ha sido un punto de inflexión en su
carrera?
R.-Desde luego que sí. Esto es como un nuevo comienzo, como
un nuevo paso adelante.
P.-¿En qué sentido supone esto un nuevo paso adelante?
R.-Creo que mi profesión es ilusionante. Como trabajador
tienes la oportunidad de hacer un poquito más felices a las
personas, y cuando lo consigues, es algo verdaderamente
gratificante.
P.-Y, ahora que ha dado ‘por fin’ este paso que tanto
ansiaba... ¿Cuáles son sus nuevos retos?
R.-Quiero dar más premios. Sobre todo eso: dar más premios.
Muchos más. Me gusta ayudar a las personas.
P.-¿Cuando dió sus primeros pasos en esta profesión?
R.-Empecé a trabajar en esto en 1994.Quince años llenos de
vivencias.
P.-¿Y no había repartido otros premios antes?
R.-Siempre termina cayendo algo porque la suerte siempre
termina llamando a la puerta. Pero eso no quita que sea
dificil que lo haga.
P.-Ya no volverán a bromear los vecinos con aquello de
que ‘usted nunca da nada’...
R.-Ya desde luego no hay razones para ello. Aunque a lo
mejor la broma persiste precisamente porque, ahora, ya no
tiene sentido.
P.-¿Cree que venderá, a partir de ahora, más cupones?
¿Cree que le asociarán de alguna manera con un repartidor de
la buena suerte?
R.-Yo lo que quiero es seguir regalando premios y sonrisas.
Y regalarlos a menudo: cuantos más, mejor.
P.-¿Ha ido ya a verle alguno de los agraciados?
R.-Todavía no. ¡Ni siquiera he tenido tiempo yo de asimilar
esto!
P.-¿Y qué tiene pensado decirles cuando vayan?
R.-Si vienen a verme, los felicitaré. Y les diré que espero
seguir repartiendo más alegrías.
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