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OPINIÓN - LUNES, 22 DE MARZO DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACION

La convivencia comienza hoy

Por Caballas


La materia de los sueños está aún por definir. Nosotros somos Caballas y vosotros ¿qué sois? Nosotros somos Caballas y no vamos a permitir que nadie más desde ahora mismo y en adelante nos hurte esa esencia y se la apropie para tergiversarla y malversarla con el único objetivo de sacar provecho de sus intereses. Un auténtico caballa quiere una Ceuta mejor para todos los que habitan en ella, no sólo para unos pocos amigos y sus familias. La realidad no admite réplica. La realidad es terca y obstinada. La Convivencia, el mestizaje, la multiculturalidad en Ceuta no son una poesía, ni son redondas llamadas a turistas, ni brindis al sol, ni tampoco un eslogan electoral. No son un premio, ni una fundación. Menos, una sola frase. La multiculturalidad en Ceuta no está en venta. MULTICULTURALIDAD ES ESTO. CONVIVENCIA ES ESTO. Es señalar dificultades y retos comunes y aunar esfuerzos para superarlos y ver ponerse el sol siendo un poco mejores que cuando salió por la mañana. Uno mismo y todos juntos, como sociedad, como ciudad.

Muchos de los que lean esto no se sentirán Caballas, nunca lo han sentido. Y pensarán con parte de razón: ¿qué excluyente es esta gente? Tienen parte de razón, pero sólo una parte. Hasta ahora cuando se utilizaba el término caballa era de forma exclusiva. Caballas eran hasta hoy sólo unos pocos ceutíes, nacidos aquí. Gente que paseaba por la calle con un matasellos en el bolsillo para señalar con fuego (como el terrateniente a su ganado) lo que es auténtico de esta tierra. Aún hoy, unos pocos se creen aquí en Ceuta dueños de la denominación de origen, amos de la tierra y de todo lo que se mueva por encima de la misma. No se han enterado que la tierra no tiene creencia, ni Dios al que rezar, ni diezmo que pagar. Ni acostumbra a celebrar nada. La tierra, Ceuta, no tiene dueño. No tiene un futuro, ni un porvenir. Ceuta es un bello recipiente, pero que nadie olvide la lección de la historia. Un día fue romana; otro, fenicia; otro, musulmana; otro, portuguesa; otro, cristiana. Y siempre fue hogar de mujeres y hombres. Los que hoy pisamos esta tierra no la hemos heredado como bien en propiedad, nos la han prestado por un tiempo.

Las mujeres y hombres que pasean por encima de esta tierra con sus creencias diversas, nacidos aquí o venidos de fuera para trabajar y labrarse un futuro, con más o menos raíces entrelazadas bajo la superficie de esta bella y fuerte ciudad, todos ellos son dueños de su futuro como pueblo, como sociedad y como Ciudad. Son autónomos y no tienen porqué tolerar que nadie les imponga un sello por no haber nacido aquí o por no tener una determinada creencia. Bienvenidos los ateos, los hebreos, los hindúes, los budistas, los musulmanes, los cristianos y los taoístas… Bienvenidos los andaluces, los extremeños, los madrileños, los catalanes, los valencianos, los melillenses, los gallegos, los castellanos, los vascos, los asturianos, los inmigrantes… Bienvenidos todos los que quieran arrimar el hombro para trabajar por Ceuta, por lograr una sociedad mejor. Ceutí es el que nació aquí, caballa es además el que vive aquí, el que sufre aquí, en esta Ceuta nuestra del siglo XXI y que muchos se empeñan en que siga en la Edad Media. Bienvenidos todos los que anhelen, los que sueñen con un futuro mejor, con una vida por venir para sí y para sus seres queridos y también para el vecino desconocido llena de progreso y convivencia no sólo pacífica, sino también comprensiva, solidaria, cercana y entrelazada, mezclada. Una vida, un futuro, un porvenir, humano y multicultural en Ceuta.

Bienvenidos todos los que quieran un barco más barato, una educación mejor, un respeto a las tradiciones de cada uno, comenzando por su lengua materna, un trabajo digno, una sanidad digna, una sociedad en la que no haya que conocer a alguien para poder tener un empleo sino que baste con conocer un oficio, con estar preparado para un trabajo y no para arrodillarse en un despacho (ya sea en sentido figurado o literal). Bienvenidos los que crean de verdad en que el mayor tesoro de Ceuta es la diversidad de sus habitantes. Bienvenidos los que estén convencidos de que no hay abundancia feliz si el vecino tiene miseria y desgracia. Bienvenidos ellas: madres y esposas, sí, pero también doctoras, enfermeras, juezas, catedráticas, directivas, limpiadoras, iguales a ellos: padres y esposos. Con los mismos derechos y obligaciones.

Bienvenidos quienes no quieran especular con el futuro de Ceuta y tengan claro que no hacen falta más estudios, que tenemos derecho a igualarnos con el resto de los españoles y ser Comunidad Autónoma, tal y como proclama la Constitución. Ese sí es un buen estudio que acredita la viabilidad de ser Comunidad Autónoma. Hay quien se cree más español que nadie y en cambio a la hora de hacer cumplir este punto de la Constitución le tiembla el pulso.

Bienvenidos quienes no tengan duda de que Ceuta es España. Quienes quieran una mayor protección de la Unión Europea para esta ciudad. Bienvenidos quienes quieran trabajar por transformar el actual modelo económico de Ceuta. Acabado y obsoleto, con cientos de informes que diagnostican los problemas y señalan las soluciones y que han criado polvo en los cajones de los despachos de quienes nos han venido gobernando en la última década. No tienen credibilidad para decir que van a cambiarlo porque han dejado pasar todos los trenes y siguen sentados en su poltrona, preocupados sólo de los suyos.

Bienvenidos todos los que crean en la libertad de expresión y de información y no quieran medios de comunicación que sean sólo voceros de quien les paga con el dinero de todos los ceutíes. Quienes sientan que no hay democracia posible sin pluralismo informativo. Aquí encontrarán su sitio. Quienes quieran acabar con el fracaso escolar de una vez por todas, atajando el problema con sinceridad y sin miedos y complejos, bienvenidos también.

Bienvenidos quienes crean que el Estado puede hacer más por Ceuta y que pudo hacer mucho más. Quienes crean que otro Príncipe es posible, que hay que mejorar no sólo el centro sino también los barrios no con promesas que nunca se cumplen sino con hechos y obras tangibles desde ya. Obras que debieron haber comenzado hace mucho tiempo y que en cambio ni después de una década tienen planos dibujados. Tuvieron su oportunidad de hacerlo y no lo hicieron.

Bienvenidos quienes crean que el futuro es de nuestros hijos y que no habrá porvenir para ellos sin otra economía, sin un respeto mayor al Medio Ambiente, sin cultura y deporte asequible para todos. Y sobretodo sin respeto al vecino que piensa diferente, sin respeto a otras creencias, sin mentes abiertas.

Bienvenidos quienes quieran que entre todos construyamos el concepto de lo que es un caballa, quienes quieran que todos los que vivimos en Ceuta, trabajamos en Ceuta, nos enamoramos en y de Ceuta y morimos por Ceuta seamos Caballas.

Bienvenidos quienes sientan que quieren una Ceuta mejor, en donde todos seamos iguales, en donde no sólo unos pocos elegidos se sientan amos de la tierra, en donde unos pocos se sientan sólo ellos caballas.

Ceuta, dicen quienes quieren hipnotizarnos con su capote de sonrisas, amables formas y saludos por doquier detrás del que esconden favores a cambio de favores, enchufismos, amiguismos y en general una espada con la que matar a la democracia y al progreso de esta ciudad… Dicen ellos. Se les llena la boca diciendo que Ceuta es un crisol de culturas. Pues yo les recuerdo lo que es un crisol: sólo un recipiente. Un recipiente en el que se introducen diversos metales de composición, formas, comportamientos y esencias diversas para que con el fuego, calentándolos, se fundan y formen un cuerpo nuevo y único. Ceuta es eso: un crisol. Algunos se han empeñado en apagar el fuego que nos haga únicos, que nos funda en un solo cuerpo. Falta el fuego. Falta la energía que nos funda. La que nos una. Falta porque quienes se sienten dueños del crisol, del recipiente que es Ceuta no tienen en realidad energía, ni creen en el valor del crisol. Nunca han tenido ni fe en Ceuta, ni energía para transformarla. Apagaron el fuego con gélidas y fingidas sonrisas, con apretones de manos que no dan ánimo, ni calor, ni son sinceros, ni generan energía. Con promesas incumplidas. Tuvieron su oportunidad de calentar el crisol y no lo hicieron. Nosotros hoy encendemos ese fuego para que hoy nazca la Ceuta del mañana. Para que comiencen todos y todas las caballas a fundirse de verdad al abrigo de la amistad, del respeto, de la solidaridad y de la verdadera sensibilidad para con el que es distinto.

Hoy encendemos el fuego. Comenzamos a calentar el crisol que somos. La mezcla resultante será seguro ejemplo a seguir. Calentará tanto este fuego que se dejará sentir por muchos años y dará calor a los hogares de nuestros hijos, que por fin podrán sentirse orgullos de sus padres y abuelos. Hoy prendemos el fuego que le faltaba al crisol de esta Ceuta multicultural. Hoy los que habitamos esta tierra damos un paso al frente encendemos un fuego y comenzamos a fundirnos unos con otros. Lo que salga de ese fundido ya tiene nombre, serán caballas. Hoy empieza la verdadera convivencia.

Bienvenidos. Nosotros somos Caballas, nosotros queremos ser Caballas. Y vosotros ¿qué sois? ¿Qué queréis ser?
 

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