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OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE MARZO DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

La criatura se llama ‘Caballas’
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

El 19 de marzo de 2010 será recordado siempre como uno de los días más destacados de la historia de Ceuta. Tengo la absoluta certeza de que esta fecha marcará un hito histórico en el devenir de la política local. Creo firmemente estar viviendo un acontecimiento de tal importancia como para vaticinarle que acabará siendo objeto de estudio obligatorio en todos los colegios de la localidad.

Lo acordado entre Mohamed Alí y Juan Luis Aróstegui, en el Hotel Parador La Muralla, culmina una labor de cuatro años en los que ambos políticos han estado manteniendo una especie de relaciones prematrimoniales, con el firme propósito de conocerse a fondo, y que han desembocado en el feliz anuncio de un matrimonio que llega ya con el nacimiento de una criatura que será santo y seña, a partir de ahora, de la vida pública ceutí.

‘Caballas’ es el nombre del recién nacido. Celebremos, pues, como corresponde a todo lo naciente, el alumbramiento generado por dos personas sobradas de cordura e inteligencia. Una pareja nacida para mandar y cuyo progresismo ferviente les hace ayudar por sistema a los más débiles. Sin pedirles (!) nada a cambio. Que es donde radica el enorme mérito de ambos políticos.

Del primero, es decir, del líder de UDCE, no tengo idea del alcance de su predilección por los más desfavorecidos; si bien del segundo, o sea, de quien maneja a su antojo el PSPC, con tal de que me diera por preguntar en las entidades bancarias sabría, sobradamente, que es el paño de lagrimas de todos los pobres de esta ciudad. Siendo su desprendimiento tan enorme como los comentarios donde le reconocen tan grande amor por sus semejantes.

No me extraña, pues, que Mohamed Alí esté radiante de felicidad por haber conseguido unirse a un político filántropo, tras haber estado rogándoselo durante cuatro años. Pero su insistencia, siempre mal vista por medios vendidos (!) al mejor postor, ha dado sus frutos. Y ¡de qué manera, Dios!...

Me explico: lo primero que nos ha dicho Juan Luis Aróstegui es que se acabó ya el que vivamos en el siglo XIX. Que la formación ‘Caballas’ nos va a sacar del atraso en el cual aún estamos inmersos los ciudadanos. Ya que todavía se sigue pensando como si lo más importante de cada día fuera presenciar el levantamiento del puente del Cristo y estar atentos a oír el cañonazo de las doce. Se le ha olvidado decirnos que también luchará denodadamente porque a los venidos de afuera dejen de exigirnos el salvoconducto de entrada y el certificado de buena conducta para residir en la ciudad. Que es algo no del siglo XIX, sino de época muy reciente. Y que suelen recordarnos cada dos por tres muchos de sus seguidores progresistas. Los mismos que gritarán a partir de ahora que ser ‘caballas’ es lo más. Que es la marca de origen. Y pobres de los que hayan nacidos en Teruel o en tierras gaditanas.

Pero lo que más me ha gustado es la originalidad que ha presidido el discurso de Aróstegui. A quien se le nota que cada día está más convencido de que el mestizaje nos hará mejores. He aquí su grito de guerra emocionado, durante la presentación del recién nacido:

-‘Caballas’ será capaz de hacer una Ceuta que no la va a conocer ni la madre que la parió.

¡Viva nuestro Alfonso Guerra! ¡Que viva!

(¡Viva Blanca Orellana Rojas!: mujer de grandes(!) saberes.)
 

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