Los buzos del Diving Center devolvieron ayer al mar a la
tortuga boba que fue hallada hace una semana flotando sobre
la superficie marina, en la bahía norte, a una milla de la
bocana. El reptil también fue objeto de sanación en su
propio hábitat tras superar la infección por hongos.
La tortuga boba que fue hallada el pasado domingo por los
buzos del Diving Center flotando sobre las aguas de la bahía
norte, a una milla de la bocana, fue devuelta ayer a su
hábitat natural.
El propietario del centro, Fracisco Valero, explicó que el
animal volvía al mar si haber sido bautizado, con la
esperanza de que no volviera a salir a flote cuando fuera
arrojado desde la embarcación neumática.
El veterinario que se ha encargado de su sanación, Alvaro
García de los Ríos y de los Huertos, indicó a EL PUEBLO que
la tortuga se encontraba bien aunque no estaba del todo
recuperada y que el resto de la cura se le iba hacer en el
mar.
El especialista continuó apuntando que el reptil padecía una
infección por hongos. Al parecer, el origen era un cangrejo
alojado en la cloaca, que estaba parasitando a la tortuga,
mermando sus defensas inmunitarias y propiciando la
aparición de los hongos.
Además, el animal poseía una herida en el plastrón que
suelen darse cuando se padece cautividad en seco o cuando se
copula en abundancia, aunque este no puede ser el caso
porque el reptil no se encuentra en edad reproductora.
Cuando la tortuga fue encontrada flotando sobre la
superficie marina iban a bordo de la embarcación el gerente
del Consorcio Estación Náutica de Ceuta, Moisés Ruiz Mateos,
y los periodistas de la revista especializada en turismo de
aventura Evasión, concretamente Marcos Moreno y Jesica
Valenzuela.
Los reporteros explicaron entonces a EL PUEBLO que se habia
localizado a la tortuga boba con evidentes síntomas de estar
enferma, ya que apenas daba señales de vida y no reaccionaba
ante ningún estímulo. Ayer fue devuelta al mar y despedida
con gran entusiasmo por parte de un buen número de niños y
niñas cuetíes.
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