Las diversas manifestaciones de violencia de género son tan
amplias como el perfil que puede definir a sus víctimas. Sin
embargo, las pruebas para demostrar los daños que se
ocasionan, a veces, son difíciles de esclarecer y obtener.
De ahí que muchos casos todavía sean invisibles cuando el
maltrato es económico y la mujer teme una separación por no
tener fondos suficientes para mantener a los hijos, tal y
como explicaba la jefa de la Unidad de Coordinación Contra
la Violencia sobre la Mujer, Candelaria Gutiérrez.
A este respecto, el Real Decreto 1917/2008, de 21 de
noviembre, aprobó el programa de inserción sociolaboral para
mujeres víctimas de violencia de género que incluía medidas
activas de empleo para que este colectivo tuviese mayores
facilidades en el acceso al mercado laboral, incrementando
su autonomía personal y la disponibilidad de recursos e
interrumpiendo así procesos de violencia ya iniciados. Esta
norma recopila algunas medidas que ya se venían aplicando y
otras nuevas como la atención confidencial y especializada
por los servicios públicos de empleo, ayudas a la movilidad
geográfica, compensación de las diferencias salariales por
cambio de trabajo o los convenios con empresas o
asociaciones empresariales.
La nueva oleada de información y trípticos impresos desde el
Ministerio de Igualdad junto al Ministerio de Trabajo e
Inmigración y los sindicatos hace especial hincapié en los
derechos laborales, de Seguridad Social y ayudas para
fomentar el empleo de este colectivo. Todos en diversos
idiomas para hacerlos accesibles a toda la población. “Los
que hemos recibido en la ciudad autónoma llegan en español y
en árabe, enfocados a la población inmigrante mayoritaria de
Ceuta. Este impulso se ha dado a partir del Plan de Atención
a la Mujer Inmigrante víctima de violencia de género ya que
uno de los ejes principales es el incremento de
asesoramiento e información”, argumentaba Candelaria
Gutiérrez.
|