Naual Mohamed Ahmed es la propietaria del Gabinete de
Estética Alissi Bronte, situado en el céntrico edificio
Ceuta Center. A los 17 años, justo antes de cumplir la
mayoría de edad, adquirió la firma de su actual negocio, en
el que empezó trabajando como asistenta. No pudo tomarse sus
primeras vacaciones hasta pasados sus primeros 4 años de
trabajo, y los tiempos iniciales de su negocio fueron muy
duros, especialmente por los problemas que le planteó el
‘papeleo’. Sin embargo, Naual Mohamed Ahmed no se arrepiente
de la vida que lleva, que afirma que “es verdaderamente
sacrificada, pero me otorga la libertad; libertad tanto para
llevar mi propia empresa como para llevar mi propia vida: yo
soy mi propia jefa”.
Pregunta.- ¿A qué edad decidió lanzarse a la aventura del
mundo empresarial?
Respuesta.- La verdad es que empecé muy pronto: a los 17
años, cuando ni siquiera era mayor de edad. Comencé
trabajando en el negocio que actualmente regento como una
asistenta más y, más tarde, me pude quedar con este mismo
negocio.
P.- ¿Cómo terminó adquiriéndolo y siendo empresaria tan
joven?
R.- La antigua dueña me ofreció la posibilidad de quedarme
con mi actual negocio y, finalmente, me traspasó la firma.
P.-¿Qué ayudas recibió?
R.-Nunca tuve ninguna subvención; toda la ayuda de la que
siempre dispuse fue la de mi familia: especialmente fue mi
padre quien siempre me avaló y me apoyó en todo.
P.-¿Y cuál fue el principal problema al que se enfrentó a la
hora de comenzar con su propia empresa?
R.-El principal fue el papeleo, el dichoso papeleo: en los
primeros tiempos fue todo verdaderamente horrible. Por
suerte, todo se termina dominando de una manera u otra. Me
ayudaron mucho los libros sobre administración y
procedimientos administrativos.
P.-Los primeros tiempos... ¿Son de verdad tan duros como
comentan?
R.-Son bastante duros, pero se pueden terminar superando.
Son especialmente crudos los dos primeros años: los míos por
lo menos lo fueron. Es en este primer periodo de tiempo
cuando caen más empresas.
P.-¿Por qué caen más empresas en estos primeros tiempos?
R.-Principalmente, porque, en mi opinión, a muchos
empresarios lo que más les falta es constancia. Además de
esfuerzo, es necesario mucho espíritu de sacrificio, y esto
no es cosa de un único día, sino de varios días, de meses,
de años. Una empresa es algo complicado de mantener: tiene
unos gastos fijos que hay que cubrir mes tras mes. Y además,
hay rachas buenas y rachas malas, y es importantísimo no
desanimarse cuando las cosas no vienen todo lo bien que una
quiere que vengan.
P.-¿Cuál cree entonces que es la clave para que una empresa
sobreviva en sus primeros tiempos?
R.-La constancia. Nunca me cansaré de reptirlo: constancia,
constancia, constancia y constancia. Es la clave básica para
que una empresa sobreviva en sus primeros tiempos y en
cualquier momento: sin un trabajo constante será muy difícil
que un negocio prospere.
P.-¿Cuando tiene vacaciones una empresaria que tiene que
atender su propio negocio día a día?
R.-Las tiene cuando puede tenerlas. Yo, desde que puse en
marcha mi negocio, no pude cogerme mi primera temporada de
vacaciones hasta pasados los primeros cuatro años, cuando la
cosa comenzó a calmarse y pude gozar de una cierta
estabilidad, de una cierta calma.
P.-Actualmente estás dada de alta como una trabajadora de
régimen autónomo, ¿no?
R.-Sí, soy una trabajadora de régimen autónomo.
P.-¿Y cuantas horas pasa inmersa en su negocio?
R.-Trabajo muchas horas, y si no estoy aquí, en el
establecimiento, tengo mi empresa siempre en mente, a todas
horas. En este mundo no existen los horarios. No por lo
menos para los que tienen que sacar adelante su propia
empresa. Yo me levanto pensando en mi negocio, y me acuesto
pensando en mi negocio. Si quieres levantar y mantener tu
propia empresa, no te queda otra que enfrentarte a este
hecho y aceptarlo.
P.-Pero el sacrificio merece la pena, ¿no es así?
R.-Desde luego. Trabajo horas y horas y horas, pero gano en
una cosa: en libertad. Soy completamente libre para decidir
cómo llevar mi empresa y mi vida, y trabajo y vivo como
quiero. Yo soy mi propia jefa, y esa es la mejor recompensa
para todos los sacrificios que tengo que hacer como
autónoma.
P.-En los inicios de su empresa... ¿Recibió el apoyo que
necesitó?
R.-Mi familia siempre me apoyó, desde el principio. No
obstante, no me faltaron los que opinaron que tendría que
seguir con mis estudios, que todavía era demasiado joven,
que lo que yo quería hacer, eso de montar y mantener mi
propia empresa, era una ‘completa locura’ y que tenía que
desistir de estos propósitos.
P.-Además de su familia, ¿quién más le ha ayudado en su
labor?
R.-La ‘Asociación de Mujeres Empresarias de Ceuta’ siempre
me ha echado una mano y siempre me ha mantenido al tanto de
todo. Minu y Sony son mujeres fuertes y muy atentas, y
además tienen mucha experiencia en el mundo empresarial. Los
desayunos de trabajo y las sesiones que organizan
constántemente para informarnos siempre son muy
constructivas.
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