Recibí, días atrás, una invitación
de ‘Chocrón Joyeros’ para asistir a la conferencia que iba a
dar el notario de esta ciudad, Antonio Fernández Naveiro,
sobre el tema “Papeles que fueron vida”. Lugar elegido el
llamado pomposamente Salón de Actos del Palacio Autonómico.
Fecha, jueves 18. Es decir, anteayer. Hora 20:30. Y a
continuación se nos dice que habrá un cocktail en el Hotel
Tryp.
Cuando Carlos Chocrón me invita a cualquier acto
organizado por su firma, dada nuestra amistad, suelo acudir.
En esta ocasión, porque uno está aún bajo de defensas,
debido a la cantidad de remedios tomados para aliviar el
catarro, unido al miedo cerval a tener que soportar al
conferenciante paliza de turno, estuve en un tris de faltar
a la cita.
Pero pudo más, en el último momento, el deseo de
corresponder al amigo y allá que me presenté en el salón
convenido, cinco minutos antes de que compareciera el
conferenciante. Acompañado por CCH y Guillermo Martínez:
consejero de Economía, Empleo y Turismo.
Al grano: en cuanto me enteré de que al notario lo habían
nacido en Galicia, dije tate, Manolo, con este
conferenciante te lo vas a pasar en grande. Y, en cuanto
abrió la boca, se me disiparon las pocas dudas que todavía
pudieran asaltarme. No en vano ha sido la tierra gallega
donde mayor número de cultivadores del humor han surgido y
donde la socarronería se ha hecho proverbial.
Pedro Sainz Rodríguez nos recuerda en un libro
magnífico de semblanzas, el humorismo personalísimo de
Julio Camba, el inseguro de Luis Taboada y el
intencionado o trascendente de Fernández Flórez. Y
nos habla del humor galaico como tradición enraizada en la
sabiduría de los primitivos celtas...
Pues bien, nuestro notario transmite optimismo y alegría al
expresarse. Su cultura aflora como si tal cosa. Es
conversador ameno. Y su vitalidad está revestida de un humor
aldeano que luce al amparo de una existencia rica en tratos
personales de quien se siente querido por sus amigos y
respetado por los conocidos.
Antonio Fernández Naveiro comenzó hablándonos del protocolo
notarial. Conjunto de documentos originales que un notario
autoriza y custodia con ciertas formalidades. Y pronto, en
un santiamén, nos llevó embebido en la muleta de su labia
leyendo elegidos textos notariales, en sus diversos
apartados, desde los tiempos de Maricastaña hasta nuestros
días. Hechos verídicos, con nombres, fechas y apellidos y
lugares donde acontecieron, que mantuvieron el interés y la
risa de quienes habíamos abarrotado la sala.
En fin, que la conferencia dada por el notario de esta
ciudad, patrocinada por ‘Chocrón Joyeros’, fue un éxito
rotundo. Así que felicité tanto al conferenciante como a
Carlos Chocrón, durante la cuchipanda que tuvimos en el Tryp.
Por lo que pude departir un buen rato con Fernando Tesón
y Teresa Troya, su esposa: siempre amables y
amenos conversadores. Intercambié saludos con Tomás
Partida. Trabé conversación con Mercedes Medina.
Y finalicé la velada hablando con Fernando Jover, con
Enrique Ávila y con Soledad, esposa del
secretario de la UNED. Con la que nunca antes había tenido
el placer de charlar. Y hemos decidido todos volver a
reunirnos cualquier día. O sea.
(Francisco José Muñoz Morilla es literato (!) de
postín.)
|