La Asociación Síndrome de Down de Ceuta colocó durante la
mañana de ayer un stand en el paseo del Revellín para
mostrar a los ciudadanos los trabajos manuales realizados
por los chicos para recaudar fondos. La portavoz del
Gobierno, Yolanda Bel y la consejera de cultura, Mabel Deu,
visitaron a los chicos y se habló de que “lo importante de
esta lucha es la potenciación y el apoyo a estas
instituciones”.
La portavoz del Gobierno de la Ciudad Autónoma, Yolanda Bel
y la consejera de Cultura, Mabel Deu, visitaron ayer por la
mañana el stand de la Asociación de Síndrome de Down de
Ceuta situado en el paseo del Revellín. Los voluntarios y
los chicos estuvieron desde las 10:00 hasta las 14:00 horas
atendiendo a todos los ciudadanos que realizaron donaciones
para la asociación. Desde la Ciudad, y en palabras de Bel,
se aseguró que “afortunadamente podemos seguir acompañando
estas iniciativas además de celebrar días importantes como
éste. Creo que lo importante de esta lucha es la
potenciación y el apoyo de Ceuta a todas aquellas
instituciones relacionadas con el síndrome de down”.
Y es que, según aseguró la portavoz, las personas con estas
características son igualmente “válidas, además de ser
protagonistas en la sociedad. De ahí la importancia de
seguir trabajando para su autonomía personal, laboral y
educativa en un desarrollo integral, y esa es la muestra que
se está dando desde la asociación en Ceuta”. No es
casualidad que sea el día 21 de marzo la celebración de este
día, ya que los niños con síndrome de down manifiestan una
‘alteración’ (triplicidad) del cromosoma número 21. Por otra
parte, Bel también destacó un ejemplo para todos estos
chicos en relación a la superación y esfuerzo: “Pablo
Pineda, un ejemplo de que cualquier persona con síndrome de
down, dándole la atención necesaria, desde edades tempranas
puede llegar incluso a desarrollarse y realizar estudios
universitarios del más alto nivel”. La portavoz quiso
agradecer además la “labor incansable que realiza la
asociación, a pesar de que a veces las administraciones no
puedan atender todas las necesidades aunque se tenga la
mejor intención”. Además, uno de los chicos, Carlos, mostró
orgulloso los trabajos que realizan los jóvenes en clase:
“Trabajamos mucho”. Lo que defienden los padres de estos
niños es que sean educados en centros integrados y no
específicos para los alumnos con diferentes discapacidades.
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