Es otra de las “picarescas” que
acaba de surgir, para más INRI en las viviendas de
protección oficial, a las que acceden aquellos a los que les
han correspondido por su baremación pertinente, pero a
quienes nadie obligó, ni forzó a que las pidieran o las
aceptaran cuando se hicieron las adjudicaciones
Y una vez la vivienda en “su poder”, como ha costado “mucho
menos” de lo que hubiera costado una vivienda comprada a una
constructora, por libre, esa diferencia se invierte, a su
manera, en unas reformas que no están permitidas.
Por desgracia, ha habido muchas personas que hubieran
necesitado esas viviendas, tanto como algunos de los que las
han recibido, y no las han recibido, con la particularidad
de que habrían mantenido las condiciones que conllevan las
adjudicaciones, y ya es lamentable que precisamente los
afortunados, una vez esa vivienda en su poder, “hagan un
corte de mangas” a la Ciudad Autónoma, al responsable de la
Ciudad Autónoma en esa parcela y al mismísimo “sursum
corda”, y se pongan a hacer las reformas a su antojo, sin
pagar un real por esas reformas, tras haberla conseguido por
mucho menos dinero que otros que se lo tienen que comprar en
el mercado libre. Esas fiestas no se deben permitir.
Si los medios de comunicación, este el primero, se han hecho
eco de la situación, si han sido capaces de tomar fotos que
lo denuncian y si en la Ciudad Autónoma saben lo que hay, no
me explico todavía, por qué motivo no se ha actuado ya. No
veo por qué se mira para otro lado y no “se corta por lo
sano”, primero parando esas “obras de remodelación” y luego
haciendo “pasar por caja”, pagando las tasas de permiso de
obra, que no habrán pagado.
Con esto de la VPO en Ceuta está pasando, estos días, lo
mismo que viene pasando, desde hace años, con ciertos
individuos que, de la forma que fuera, entraron en el
Ayuntamiento un día, especialmente en ciertas dependencias
del ICD.
Y es que, hasta que logran su objetivo, buscan, rebuscan,
mueven todo lo movible y una vez logrado su objetivo ya se
consideran los dueños de lo humano y lo divino, para hacer
lo que quieran.
No hace ni un mes, fueron entregadas estas viviendas de
protección oficial de Loma Colmenar. Desde entonces, algunos
de esos adjudicatarios han burlado la vigilancia policial,
las denuncias, las advertencias de la Ciudad Autónoma
respecto a su intervención y llegar a emplear el recurso
legal de retirar las viviendas a sus adjudicatarios. Todo
esto se lo han pasado y se lo van a seguir pasando ... por
ahí, las obras ilegales en las fachadas siguen, unas obras
no solicitadas, unas obras no autorizadas y unas obras que
no han pagado para poderlas realizar, si se lo permitían.
Algunos de estos adjudicatarios “ni han oído”, ni van a oír
las advertencias que les lleguen desde la Ciudad Autónoma,
por lo que ahora debiera llegar el paso que tendrían que dar
desde el organismo oficial correspondiente ¿Será capaz la
Ciudad Autónoma de retirar a estas personas el derecho a
disfrutar de estos pisos por las obras ilegales?.
Incluso en la propia Ciudad Autónoma, por otros momentos,
saben muy bien lo que es recibir una vivienda de este tipo o
parecido y saben muy bien los derechos y los deberes que
conllevaba tal adjudicación. ¿Por qué antes sí y ahora no?
¿Por qué ellos han sido capaces de aceptar las normas
impuestas y ahora no son capaces de imponer esas mismas
normas a otros?. Es hora de que alguien “coja el toro por
los cuernos” en este asunto grave.
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