La Comunidad Hindú celebró ayer el año nuevo conocido como
Cheti Chand y se veneró a su patrón Sain Jule lal en una
ceremonia que tuvo lugar en el templo hindú de la ciudad. Se
trató de una ceremonia “bastante compleja y en ella se
celebró el verano” donde se ofrecieron además diferentes
alimentos junto con cantos y rezos y bailes en honor del
aniversario de la deidad.
La Comunidad Hindú celebró ayer el año nuevo conocido como
Cheti Chand y veneraron a su patrón Sain Jule lal en una
ceremonia celebrada en el templo hindú de la ciudad: “Los
hindúes que vivimos en España provenimos sobre todo de la
zona de Pakistán que se localiza al lado de la zona del río
Shindi”.
En el día de Cheti Chand se celebra “el aniversario del
nacimiento de nuestro patrón. Además, tiene un carácter
histórico: Cuando en la zona del Shindi había un reino
musulmán, Markha Shaj quien ordenó a la población hindú a
convertirse al Islam para que hubiera una sola religión en
todo el territorio”, como afirmaron los asistentes. Esta
“divinidad” logró “detener la propuesta de Markha, por lo
que la comunidad hindú celebra su libertad religiosa
cantando bhajans y adorando a su salvador, recordando ese
momento”.
En aquella época, los hindúes se dedicaban a la ganadería y
tenían una “gran conexión con la naturaleza así que todas
las ofrendas se realizaban al río”. La fecha exacta del
aniversario de Sain Jule lal es hoy pero “hemos querido
dividir la celebración en los dos templos que tenemos en la
ciudad para seguir un poco las tradiciones”. La ceremonia
fue “bastante compleja y en ella se celebró el verano, donde
se ofrecen diferentes alimentos típicos para los peces, como
la harina bañada con azúcar”. Además la gente bailó, cantó y
“reflejó así lo que es la cultura sindhi, lo que es la
lengua, ya que es un idioma que prácticamente está en desuso
y se está haciendo hincapié para que no se pierda. Es un
momento más que patriótico, espiritual y recordar el respeto
a los antepasados”.
Tras las oraciones, todos los presentes se dirigieron al mar
para así concluir sus ofrendas que representan “el ciclo de
la vida”. También se ofrecieron frutas y ‘snacks’
vegetarianos que se repartieron entre los asistentes.
Además, desde la Comunidad Hindú se quiso agradecer a la
“Ciudad y a todos los miembros por tener un espacio donde
poder rezar”.
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