La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 ha dictado
sentencia absolutoria para un hombre que estuvo imputado por
un delito de agresión sexual y para el que la Fiscalía pedía
penas de dos años de prisión y cuatro de alejamiento, y en
su defecto, una falta de lesiones por valor de 150 euros más
la prohibición de comunicarse con la víctima a menos de cien
metros.
Para fundamentar la resolución judicial, la titular del
Penal 1 ha considerado que las declaraciones vertidas por la
denunciante ante la Policía, el juez de Instrucción y
posteriormente en el juicio del pasado día 3, eran
“contradictorias e imprecisas” además de haber contrastado
el informe del médico forense para ver si las lesiones se
correspondían con las acusaciones sobre el imputado.
A este respecto, la jueza argumenta que ese mismo día “sin
saber quien ni cómo” se produjeron lesiones leves sobre la
supuesta víctima, sin corresponderse a las delito calificado
por el Ministerio público. Lo que sí ha considerado probado
la magistrada es que la denunciante hizo constar ante la
Policía que el día de los hechos el procesado se personó en
el domicilio de Príncipe Alfonso y que la abordó para
intentar violarla. El acusado, durante el juicio celebrado a
principios de este mes, mantuvo en todo momento que no había
empujado a la casa a la mujer, “no la toqué, no intenté
violarla, ni le quité la ropa. Fue ella quien me quiso pegar
porque al entrar en la casa, la vi bebiendo alcohol con un
chico e intenté tirar las bolsas y llevarla hacia fuera”,
declaró ante el tribunal el hombre, ya absuelto de todos los
cargos.
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