La Audiencia Provincial dejó ayer vista para sentencia la
causa contra un joven legionario acusado de agredir y partir
el diente a un menor musulmán que salía con una amiga de su
hermana. El menor tenía malas relaciones con las amigas de
su novia y fue abordado por el presunto agresor cuando
acababa de recogerla del colegio San Daniel. El militar
afronta cuatro años de prisión en caso de perjuicio
estético.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular pidieron ayer
cuatro años de prisión para el joven legionario A. S. O. S.
por la presunta agresión a un menor musulmán al que le
partió un diente en la disputa. La acusación pidió que
subsidiariamente se rebajara la pena a un año de privación
de libertad en caso de no quedar demostrado que se causó a
la presunta víctima un perjuicio estético.
En su defensa, A. S. S. O., que contaba con veinte años de
edad cuando sucedieron los hechos, el 19 de mayo de 2008,
declaró que se encontraba en su casa de la barriada de Otero
cuando su hermana le explicó que el perjudicado las había
estado molestando.
Así las cosas, se dirigió a una escalinata cercana al
Colegio San Daniel, donde se encontraba la presunta víctima
y su novia, amiga de la hermana del acusado, cuando sin
mediar palabra el joven musulmán le dio dos puñetazos, ante
lo cual optó por reducirlo en el suelo. Cuando lo soltó y se
disponía a marcharse con su hermana del lugar, prosiguió el
legionario, el menor golpeó a su hermana y lo mordió a él al
intentar defenderla. La versión del acusado fue respaldada
por el testimonio de la hermana y de otra amiga que se
encontraba presente.
El menor, por su parte, declaró que acaba de recoger, como
cada día, a su novia del colegio, cuando llegó el acusado,
que tiene otras causas pendientes, y le llamó “moro de
mierda”, ya que su pareja se llevaba muy mal con sus amigas,
y a continuación le propinó varios golpes en la zona
parietal y en la boca, fracturándole la corona de uno de los
dientes. El menor indicó que también le amenazó con un
objeto brillante, aunque no pudo cerciorarse de que se
trataba de una navaja.
El forense testificó que la fractura del diente sólo pudo
ser ocasionada por un golpe y no al intentar zafarse la mano
de un mordisco. La acusación también pidió 750 euros de
responsabilidad civil.
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