El grupo de trabajo que prepara la actualización de la
ordenanza sobre ruidos se vuelve a reunir hoy para seguir
avanzando en la elaboración del texto legal y asignar, entre
otros valores, cuántos decibelios se tolerarán según la
zonificación acústica de la ciudad, que distingue entre
zonas acústicamente saturadas, zonas de protección acústica
especial, zonas tranquilas en aglomeraciones y zonas con
ruido de origen natural, según explicó ayer a EL PUEBLO la
viceconsejera de Calidad Ambiental, Celina de Miguel.
Este sería el tercer encuentro que se celebra para
actualizar la Ordenanza sobre Ruido y Vibraciones, vigente
en la ciudad autónoma desde el año 2003.
En ella participan, además de la viceconsejera, otros
técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y
la empresa que asume la asesoría del proyecto, Ibermad, para
empezar a preparar el borrador. “La ley estatal nos obliga a
acometer esta actualización, que deberíamos haber realizado
hace tiempo”, ha admitido la viceconsejera.
De Miguel precisó que el grupo de trabajo ya está trabajando
en el título tercero, que se encarga básicamente de la
zonificación acústica de la ciudad. Como ya informó este
periódico, la normativa estatal establece distintos niveles
de ruido permitido de acuerdo al uso del suelo, y la
zonificación se establecerá atendiendo a estos criterios.
En el último encuentro se definieron las disposiciones
generales y el ámbito de competencia de esta nueva
ordenanza. La viceconsejera ha subrayado que la ordenanza es
independiente del mapa de ruidos, aunque hará una referencia
al mismo.
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