La AD Ceuta volvió a las andadas y perdió en el campo del
penúltimo clasificado, después de enlazar dos triunfos ante
el Roquetas y el Murcia Imperial. Los caballas nunca se
encontraron cómodos sobre el ‘Casa Felipe’, un campo pequeño
de hierba artificial, ni tuvieron respuesta ante un
Moratalla hipermotivado, aguerrido, que maniató a los
jugadores visitantes y rentabilizó al máximo sus llegadas a
la portería de Nico Bonis. El partido se decantó del lado
rojillo en la primera parte en la que Florian y Petu
marcaron los dos goles y dejaron el choque muy cuesta arriba
para el grupo de José Diego Pastelero. El extremeño presentó
dos novedades en su ‘once’ al dejar en la Ciudad Autónoma a
Portela y en el banquillo a Modeste. Sandro y Javi Navarro
regresaron al equipo titular situándose Raúl Aguilar en la
lateral derecho, Velasco por delante en la posición de
‘ocho’ y Navarro en la mediapunta por detrás de Raúl Martín,
que repitió como jugador más avanzado.
Manolo Sánchez presentó su mejor ‘once’ con Burgueña de
stopper en la medular, una zaga liderada por Mikel Méndez y
el habilidoso Vergara con libertad de movimientos tratando
de enlazar con Petu y Florian. El Moratalla salió muy
enchufado, dispuesto a neutralizar el juego de su rival y
aprovechar un resquicio en la defensa del Ceuta para
adelantarse en el marcador y nadar a favor de corriente. En
los primeros veinte minutos el equipo ceutí controló la
situación fajándose en el cuerpo a cuerpo sin conceder nada
a los moratalleros. En el 18’ Raúl Martín disparó por encima
del larguero un servicio de Vázquez desde la izquierda en la
primera jugada elaborada. Pero el partido cambió en el 24’.
Florian lanzó una falta que acabó en córner y el francés
cabeceó a la red el lanzamiento de Vergara desde la esquina.
El ex del Terrassa, uno de los siete fichajes del Moratalla
en el mercado de invierno, le ganó la partida a la defensa
ceutí y su gol le pasó factura al equipo de Pastelero. A la
media hora Velasco lo intentó con un cabezazo que paró
Manolo y en el 37’ el Moratalla marcó el segundo. Vergara
abrió el juego a la derecha donde recibió Baixauli y la
colada del lateral derecho no la desaprovechó el goleador de
los rojillos Petu para batir a Bonis. Quedaban por delante
muchos minutos, pero pintaba muy mal para la Asociación con
el 2-0 en contra. Al filo del descanso el valenciano
Francisco Javier Mateo Valero señaló un libre indirecto al
borde del área por juego peligroso, que ejecutó Raúl Martín
luciéndose en la estirada Manolo.
Dominio estéril
Tras el descanso, el Moratalla dio un paso atrás y lo fió
todo a su disciplina táctica y trabajo defensivo, mientras
que el Ceuta intentó mejorar su fútbol para conseguir un gol
que le diera vida. Pastelero empezó a mover el banquillo
dándole entrada a Modeste, Aitor y Fran Amado para que el
juego de su equipo no fuera tan previsible y carente de
profundidad. A balón parado Sandro, justo antes de marcharse
al banco, cabeceó una falta de De Lerma que se perdió fuera
por poco. El dominio de los caballas, tan insistente como
estéril, le servía para forzar saques de esquina, pero la
expeditiva y segura zaga del Moratalla no daba opción a los
futbolistas del Ceuta. El conjunto de Pastelero no
encontraba la manera de hincarle el diente a su rival y
según pasaban los minutos perdía la fe de nivelar la
contienda. En el segundo acto el Moratalla no apareció por
el área ceutí, salvo en el 86’ cuando Florian remató
desviado, pero tampoco lo necesitó para llevarse con
merecimiento un encuentro considerado una final, tras las
derrotas ante el Écija Balompié y el Lucena. El partido
consumió sus últimos minutos (la segunda parte se fue al
50’) con un Ceuta desesperado e inoperante, consciente de
que no era su día y resignado a sus flojas prestaciones
cuando actúa en terrenos de juego de césped artificial. Tres
derrotas en ‘Las Torres de Cotillas’, Estepona y Moratalla y
dos empates ante el Caravaca y el Lucena es el pobre botín
de los caballas en estos campos del grupo cuarto de la
Segunda ‘B’, una categoría en la que no basta con tener
jugadores talentosos y con calidad, también hay que contar
con un ‘plan B’ para contrarrestar las ‘armas’ de estos
equipos modestos, que se agarran al trabajo colectivo y la
agresividad.
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