LUNES. 8
Carlos Bringa me llama para saber de mí. Lo hace
siempre que se entera que me quedo en casa debido a
cualquier alifafe que me impida estar en condiciones de
pasear la calle. Y uno, siempre agradecido con el detalle,
tiene a bien destacar el comportamiento de Carlos. A quien
conozco desde hace muchísimos años. Y de cuya amistad,
ganada a pulso entre ambos, me congratulo. Una amistad que
jamás ha sufrido merma alguna. Nada más terminar de hablar
con CB, suena el teléfono otra vez. Ahora se trata de
Manolo Gómez Hoyo. Quien tampoco se queda atrás cuando
se trata de interesarse por mí. –Oye, Manolo, que te
he leído que andas con un gripazo enorme y he creído
conveniente llamarte para que me expliques cómo estás... Y,
tras ponerle al tanto de mi mejoría, trabamos una
conversación que nos permite reírnos. Lo cual nos viene bien
a los dos en una mañana en la que el viento y la lluvia me
han hecho tomar la decisión de no darme mi garbeo por el
centro de la ciudad. Más bien por precaución. Y, desde
luego, por el miedo que le he cogido al aire acondicionado
que tanto gustan a personas con calores disfuncionales.
MARTES. 9
Otro día más que decido quedarme en casa. No sólo porque
temo que el catarro todavía sea capaz de darme los últimos
coletazos, sino porque hemos invitado a comer a un
matrimonio amigo. Con quien nos metemos en una conversación
sobre que no es fácil ser hombre en una época donde las
mujeres están dando ya muestras evidentes de ser más
competitivas en muchos aspectos. Terminada la comida, y
cuando estamos disfrutando de la sobremesa, recibo la
llamada de Mohamed Chaib. Quien esperaba verme hoy
por el centro de la ciudad, tal y como le anuncié ayer. Y
quería saber las causas por las que eso no había ocurrido. Y
es que MCH, tan buen amigo, en cuanto me echa de menos no
tiene el menor inconveniente en interesarse por mí. Lo cual
es siempre de agradecer.
MIÉRCOLES. 10
Llevaba tiempo sin charlar con Francisco Martínez Racero.
Y hoy me ha sido posible. Y debo decir que los primeros
compases de nuestra conversación, cuando podemos mantenerla,
siempre transcurren de la misma manera: hablando de un amigo
común que tenemos ambos en El Puerto de Santa María y del
que nos agrada recordar sobremanera su bonhomía y su gracia.
Cualidades que no son pocas en estos tiempos que corren...
El director general de Relaciones Institucionales del
Ayuntamiento me cuenta que ha estado en la Comunidad
Murciana tratando con los diferentes jefes de áreas el
cierre del documento donde se recogió, en septiembre pasado,
todos los acuerdos que se querían llevar a cabo entre ambas
instituciones. No olvidemos que la Comunidad Murciana fue la
invitada a compartir la celebración del Día de Ceuta.
También me ha anunciado que, posiblemente, sea la Comunidad
Autónoma de Canarias la próxima invitada a la gran fiesta
local del 2 de septiembre. Francisco Martínez Racero viajará
además a Canarias para interesarse acerca de todo lo
concerniente al tratamiento específico que recibe esa
comunidad por su situación ultraperiférica. Con el fin de
recabar para Ceuta, debido al agotamiento de los fondos
FEDER, ese tratamiento.
JUEVES. 11
Estoy enfrascado en una conversación cuando se presenta
Jaime Wahnon. A quien conozco desde hace muchos años.
Jaime, cuando nos ponemos a pegar la hebra, raro es que no
saque a relucir un trance que pasamos juntos, allá en los
tiempos de Mari Castaña, en el Juzgado de lo Social. Y
Jaime, que parece tan serio, se transforma contando la
anécdota y nos hace reír de lo lindo. La presencia del
vicepresidente segundo de la Mesa Rectora de la Asamblea y
presidente del consejo de Administración de RTVCE, me invita
a recordarle que, tras la dimisión de Manuel González
Bolorino, cual director-gerente del medio público, yo me
había hecho a la idea de que él, es decir, Jaime, iba a
ocupar el cargo dejado por MGB. Pero Jaime pone cara de
pasmo ante mi creencia. Y por su expresión pienso lo
siguiente: que ni siquiera se le ha pasado por la cabeza
pensar que él podría haber sido designado para ese menester.
Y adivino, además, que de haber sido así le habría causado
un enorme disgusto. Menuda responsabilidad esa de tener que
cuidar la imagen del presidente de la Ciudad, todos los días
y fiestas de guardar, por medio de las cámaras. Vamos,
ordenando que éstas sean instaladas en sitios claves para
que no dejen de recoger todos los lados buenos de Juan
Vivas. La verdad es que yo entiendo a Jaime: a su edad,
soportar broncas, por dormirse en los laureles, es pasarlo
rematadamente mal. Y Jaime tiene fama de despistarse muy a
menudo. Por más que sea un tipo sensacional.
VIERNES. 12
Me dicen que Francisco Márquez tiene unas ganas
enormes de convertirse en parlamentario nacional. O sea, que
cuenta ya los días para verse en el Congreso de los
Diputados. Cuando pregunto las razones que puede tener el
todavía consejero de Hacienda para desear con tantas ganas
que pronto llegue ese momento, nadie sabe responderme. Y me
veo obligado a contestar mi pregunta. El motivo se deberá a
que pasar varios días en Madrid le chifla. Y es que Madrid,
por más que los haya que lo pongan en duda, es una ciudad
extraordinaria para vivirla intensamente. Y esa forma de
vivir siempre le ha gustado, según tengo entendido, a FM.
Entonces, uno de los que antes no sabía o no quería
responder a mi pregunta, acerca del motivo por el que
Márquez está dispuesto a dejarlo todo en Ceuta para salir
disparado hacia la capital del reino, sale diciendo que él
se acuerda de cuando Márquez dejó su destino en Madrid,
siendo militar, para regresar a Ceuta, porque no conseguía
adaptarse a la vida lejos de los suyos. Es decir, de su
familia. Lo cual aprovechó de paso para aceptar un puesto en
el GIL. Intervengo nuevamente: pensemos que en aquel tiempo
FM tenía menos años y, posiblemente, aún no se había forjado
su recia personalidad actual.
SÁBADO. 13
Sabía yo que había en Ceuta una calle rotulada con el nombre
de José García Cosío, oficial que fue del
Ayuntamiento, Cronista Oficial de la Ciudad, y persona cuya
forma de ser no dejaba indiferente a nadie. Pero hasta hoy,
y por pura casualidad, no he sabido yo exactamente qué calle
reza con el nombre de quien tuve la suerte de tratar casi
diariamente en sus últimos años. Y, claro, he decidido
recordarle, aunque sea con unas líneas en esta sección
dominical. Pepe era todo un carácter. Una persona aferrada a
su vozarrón inconfundible y a sus ideas. No necesitaba
hacerse notar, allá donde estuviera, sino que su figura y su
forma de conducirse llamaban la atención. Pepe jamás
renunció a resaltar su andalucismo, sin que Ceuta perdiera
la primacía en su vida. “Un vino de Jerez, una buena comida
y un puro canario, obran el milagro de resucitar a un
muerto”, decía a cada paso. Sus viajes a Ronda, por ejemplo,
siempre los destacaba nada más regresar de esas tierras
malagueñas. También tuvo momentos malos. Cuando a
Francisco Fraiz, recién elegido alcalde, le dio por
airear que entre sus prioridades estaba el poner en su sitio
a Pepe. Porque éste, según el alcalde, hacía en su destino
lo que le daba la gana. Y comenzó la persecución. De la que
Eduardo Hernández le dijo un día a Fraiz que ese envite
terminaría perdiéndolo. Y así fue. Porque Fraiz terminó
pasando por el tubo del que disponía Pepe García Cosío para
ejercer sus funciones. En fin, que una vez más presumo de
haber tenido la suerte de compartir con Pepe el aperitivo de
sus últimos años. Y de disfrutar de su amistad.
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