Era algo que hace diez años, ni
los más optimistas de este deporte podrían haber soñado,
cuando España no había dado, todavía, un piloto con
verdadera entidad.
El tiempo, sin embargo, ahora corre más que nunca, y
hablando de carreras y de velocidad, Fernando Alonso ha
hecho que media España se haya convertido en seguidora de
este deporte y la otra media, llevada más que por el
patriotismo, por el patrioterismo, no se despegue del
televisor, cuando hay una prueba en la que participa el
asturiano.
No soy seguidor acérrimo de este deporte, pero me gusta que
haya hecho afición y con Fernando Alonso, hoy por hoy,
existe una verdadera pasión por automovilismo, como no se
podía uno imaginar hace muy pocos años.
Recuerdo cuando un día, no demasiado lejano, todavía Alonso
no había ganado el primero de los dos mundiales que ha
ganado y pocos apostaban, aún, porque lo pudiera ganar algún
día, especialmente porque Ferrari parecía invencible y su
piloto principal más aun, Adrián Campos decía:” Si Alonso
tuviera un Ferrari, todos los demás, desde la salida, le
verían, únicamente, la espalda”.
Mucha confianza y conocimientos tenía Adrián Campos sobre lo
que podía hacer Alonso, y más todavía que un día pudiera
llegar a ser piloto de Ferrari. Ahora ya lo es, se lo ha
ganado por méritos propios, con lo que el paso siguiente
será poder dar la razón a Adrián Campos, ganando este
Mundial. La temporada se presenta muy interesante.
Y para animar, o más que animar a la afición española, que
va en aumento cada día, ahí estarán, además de Alonso, otros
dos españolitos más en la línea de salida, Pedro M. De la
Rosa y Jaime Alguersuari, dispuestos ambos a no perder esa
oportunidad que se les ha dado con un “asiento” en la
Fórmula 1.
De la Rosa es ya un “viejo” conocido en estas lides, pero
nunca había tenido un sitio fijo. Había corrido varias
carreras, sus actuaciones habían sido, incluso, brillantes
pero siempre por alguna circunstancia especial o por baja
del piloto titular en una prueba.
Él ha sido un excelente probador, pero ahora se tiene que
enfrentar, él solito, al “morlaco” que salga desde
“chiqueros”, sin otra ayuda especial que sus conocimientos y
su saber adquiridos desde muy cerca, pero desde fuera de la
pista de competición.
De principio a fin se le va a pedir, también, resultados y
ahí es donde tiene que saber estar y, sin duda, estará con
la experiencia adquirida, durante tantos años, esperando que
le llegara esta ocasión.
Y en cuanto a Alguersuari hay que decir que, ahora mismo, es
una incógnita, pero le ha llegado su oportunidad, que no a
todos les llega, y eso es lo que vale y a eso hay que
responder con actuaciones. Cuando se empiece a rodar ya
veremos hasta donde puede llegar cada uno.
Está comenzando, pues, la temporada más interesante para la
afición española, pero con tres incógnitas por despejar,
ahora mismo. La de Alonso parece la más fácil, por cuanto ha
sido capaz de llegar a lo más alto con un coche,
aparentemente, peor que el que va a tener ahora.
La de Pedro de la Rosa por la esperanza de mostrar su valía
al conocer lo que se cuece ahí dentro y la de Jaime
Alguersuari porque querrá dar un empujón más a esta afición
que ya hay en España por el automovilismo.
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