Desde las cuatro de la tarde y hasta las siete, los alumnos
del ciclo de iniciación de Francés del Instituto de Idiomas
disfrutaron de una clase interactiva en la que celebraron el
‘Mardi Gras’; una fiesta francesa que marca el inicio de la
Cuaresma y en la que es usual degustar crêpes, que los
propios estudiantes elaboraron.
Cambiaron los libros y los diccionarios por mantequilla,
aceite, huevos y enseres de cocina, aunque eso sí, todo en
francés.
Los alumnos del ciclo de iniciación de la lengua del
Instituto de Idiomas celebraron ayer el ‘Mardi Gras’, una
fiesta tradicional que marca el inicio de la Cuaresma y en
la que suelen degustarse exquisitas crêpes, que fueron
elaboradas por los estudiantes junto a los docentes del
centro, como su profesor Germinal Castillo.
Esta iniciativa, como todas que se han llevado a cabo a lo
largo del año, pretende un acercamiento al idioma mediante
métodos que no sean puramente educativos. “Se trata de
realizar actividades que tengan una convergencia para con la
materia que impartimos en este centro educativo”, explicó
María del Carmen Carrera, directora del Instituto de Idiomas
de Ceuta.
Al igual que el departamento de inglés ha organizado en
diversas ocasiones viajes a Gibraltar o divertidos concursos
de postales con ocasión del día de Halloween, “desde el
departamento de francés se ha elegido esta opción que no
deja de hacer atractivo el idioma. Además de que la
celebración del ‘Mardi Gras’ es una de las fechas más
esperadas por los alumnos de francés por razones obvias”,
puntualizó Carrera. Lo atractivo de esta iniciativa reside,
además del hecho de comer crêpes, es que las mismas se
prepararon en el misma aula e la que el resto del año se
imparten las clases con normalidad. Incluso los alumnos más
mayores ayudaron al profesorado en las tareas de
preparación, algo que añade aún más valor a una actividad en
la que se procura hablar en francés.
El origen de esta festividad, cuya traducción literal es
‘Martes Graso’, procede de la cultura francesa en la que
probar este típico producto forma parte del origen cristiano
y el día álgido del Carnaval. Así, ese preciso martes, marca
el último día antes del inicio de la Cuaresma, que arranca
el miércoles de Ceniza.
Antiguamente, la Cuaresma era un tiempo de privaciones pero
antes de ese periodo era costumbre celebrar fiestas. Ese
martes congregaba a numerosas personas que debían preparar
alimentos sencillos en su elaboración y cuyo precio fuese
muy módico. Por ello se utilizaban las reservas de
mantequilla, aceite y huevos para las tradicionales crêpes.
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