Un grupo de personas de varios
países europeos (Bélgica, Italia, Portugal y España)
visitaron ayer la prisión de Los Rosales para conocer ‘in
situ’ los trabajos que se desarrollan en el centro
penitenciario hacia el objetivo de la reeducación de los
presos, rehabilitación y reinserción de éstos a través de la
realización de trabajos de artesanía, manualidades e incluso
murales. Pero también con el taller de lectura o la escuela
de cocina, los reclusos pueden mejorar y ganar en
habilidades. La cárcel que vela por el cumplimiento de las
distintas penas, también es lugar donde con programas como
los que se llevan a cabo lograr que el privado de libertad
logre, una vez en la calle, valerse por sí mismo tras
superar un proceso verdadero de reinserción. Todo un
ejemplo.
|