Una pequeña muestra de artesanías como símbolo de
preocupación por el bienestar del resto de la sociedad. Con
estas palabras explicó el director del Centro Penitenciario
Los Rosales, Juan Hernández, el significado del mercadillo
que durante la jornada de ayer ocupó la atención de cuantos
transeúntes caminaran por el Paseo del Revellín.
Según el director del centro, las personas más
desfavorecidas socialmente son las que se encuentran
internas en las cárceles aunque “hemos querido visualizar y
que la ciudadanía entienda que, aunque sea en un rincón
lejano, siempre queda la persona y ella misma, ha
contribuido con pequeños detalles que se han puesto a la
venta para socorrer a esas personas que lo siguen pasando
muy mal. Si podemos poner nuestro granito de arena, puesto
está, canalizándolo a través de Cruz Roja”, aclaró
Hernández.
Por su parte, la portavoz del Gobierno y consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel, corroboró las declaraciones emitidas
por el director de la prisión, agradeciendo la labor de
Instituciones Penitenciarias en la ciudad autónoma. Además,
Bel quiso felicitar a los propios internos ya que fueron
ellos los que pusieron en marcha la iniciativa, añadiendo su
propio interés por una buena causa. “Una causa solidaria
como es la de Haití ya que nadie debe olvidar que el país no
ha llegado a su punto y final, quedando un largo proceso de
reconstrucción y rehabilitación. Por eso es fundamental que
esa conciencia no se pierda, sin que Haití sea un hecho
puntual”, manifestó Bel.
Del mismo modo, la portavoz del Gobierno realzó la
motivación de los reclusos ya que, de una manera
“concienciada y sensibilizada”, hicieron posible que dentro
de sus posibilidades “pudiesen colaborar a esa aportación
que todos los países del mundo están haciendo para con
Haití. Por eso esta sensibilidad de los internos de Ceuta
debemos escribirla con mayúsculas en los titulares ya que
han entendido el proceso”.
|