Invisibles’ es un programa de la tercera cadena televisiva
nacional que a algunas personas les parecerá un morboso
‘reality show’ y quizá tenga algo de ello, pero solo un
poco. En porcentaje, posee menos carga sensacionalista -la
mínima diría yo- que la de otros muchos programas
televisivos. Resulta muy acertada la idea o ‘leit motiv’ de
este programa. Era algo que no se había realizado nunca en
televisión, al menos de esa manera tan completa, profunda,
íntima, íntegra, real y cruda. Es valiente y humanitario a
la vez ofrecer al público cual es y cómo es la pobreza más
extrema y llevar a los hogares de la mayoría de españoles la
cruda situación de los ‘sin techo’ a través de la novedosa y
dura experiencia desde dentro y en sus propias carnes de un
grupo de personajes famosos que cambian su habitual ‘modus
vivendi’ transformándose en otros ‘sin techo’ y conviviendo
en la calle con estas ‘víctimas de la sociedad’.
Sí, valiente apuesta de la cadena televisiva en cuestión.
Contemplar a la laureada olímpica Blanca Fernández Ochoa
llorando de rabia, impotencia, dolor, incomprensión,
injusticia o solidaridad con la conmovedora historia de su
compañera en la calle o descubrir que el aristocrático
empresario y deportista Álvaro de Marichalar no pudo
resistir tanto dolor, tanta penuria y miseria, abandonando
el reto de seguir y acabar su ‘actuación’ como personaje
‘sin techo’; no es nada agradable sabiendo cómo son y viven
cotidianamente estos famosos: lujos, comodidades, confort,
dinero...etcétera. Es duro vivir lo que ellos. Vivir por
unos días todo lo contrario de lo habitual y más cuando ésto
es precisamente negativo: pobreza, mendicidad, falta de
higiene o hambre.
Comprobar como la bellísima ex miss, modelo, actriz y
presentadora televisiva Sofía Mazagatos lloraba mientras era
echada por otros desconfiados y hostiles ‘sin techo’ de los
acostumbrados lugares de mendicidad y descanso nocturno como
bancos de parques y cajeros de bancos, nos removió las
entrañas. Descubrir que el afamado cocinero Yeyo y el
popular periodista del ‘corazón’ Miguel trapicheaban
malvendiendo pañuelos para poder llevarse algo a la boca y
que todos ellos como grupo entero dormían con cartones o a
la intemperie en bancos de parques en los lugares más
increíbles y que por 15 céntimos adquiridos mendigando se
duchaban o que no siempre se nutrían en los comedores
sociales; nos resulta muy fuerte de digerir y asimilar. Nos
hace preguntarnos cómo estos famosos millonarios, adinerados
o cuanto menos confortables y acomodados han sido capaces de
realizar y vivir esta cruda experiencia: experimentar
pobreza, hambre, necesidad, indigencia, mal trato e
insolidaridad sociales y al tiempo ‘familiarizarse’ tanto
con los verdaderos ‘sin techo’ que aparecen en el programa
hasta el punto de hacerse amigos o casi ‘hermanos’. No sé si
para soportar todo ello les han ofrecido algo a cambio, les
han pagado o prometido regalos. No me consta, aunque si es
así, se comprendería -no lo criticaría, sería lógico-
aguantar la experiencia a pesar del sincero abandono de
Marichalar. Sin embargo, ellos dicen que se presentaron
voluntarios y altruistamente.
Hay asuntos que desconocemos y en los que no puedo entrar a
valorar, criticar o debatir. Habrá quienes todo esto le
parezca un montaje, no lo sé. Pero la expresión de Blanca
Fernández Ochoa llorosa, comprensiva, compasiva hacia su
compañera como una Virgen de Murillo me hace creer hay
verdad en el asunto, que ella es sincera y no falsea ni
miente. Como el abandono de Marichalar, serio y circunspecto
o el rictus sobrio del periodista Miguel cuando su compañero
le cuenta su cruda historia. Creo que hay mucha verdad y
realidad en el programa a pesar de las mínimas pinceladas
sensacionalistas propias de saberse grabados por un cámara.
Lo verdaderamente importante son las problemáticas
situaciones e historiales de los auténticos protagonistas
‘sin techo’ que aparecen en el programa como compañeros de
esos famosos cuyas vidas nos ablandan el corazón y encogen
el alma, porque no todos son culpables de verse en la calle
sin nada. No todos son viciosos drogadictos o alcohólicos.
Muchos fueron gentes normales, con trabajo, economía, casa y
familia...y lo perdieron todo por crisis económicas o por
depredación y opulencia destructiva bancario-financiera, por
hipocresía social. Son pues, víctimas de la sociedad del
bienestar, del sistema neoliberal capitalista que los
engullió o de los fallos que este produce.
Pero la experiencia se me asemeja insuficiente o ‘coja’.
Peca de equilibrada o parcial porque sólo ofrece una
realidad: el paso de la riqueza a la pobreza, vivir o sufrir
lo contrario, en este caso el lado pobre. Para que sea
completa e integradora, instructiva y didáctica, la
experiencia debería mostrar la oportunidad a la inversa: ser
y vivir por unos días ‘Visibles’. Pasar de la pobreza a la
riqueza, bienvivir y disfrutar los ‘sin techo’ el lado
bueno: lujo, fama, confort, comodidad, bienestar, dinero,
opulencia, etcétera. Dénles, señores del programa en
cuestión, esa oprtunidad al revés, a los pobres, sin
compasiones y sin manipulaciones o sin aprovecharse de sus
penas. Se lo merecen. ¿Para cuando el programa ‘Visibles’?
Sería muy interesante y atractivo. Lo espero impaciente.
¿Usted no?
No, no me gustaría ahora ser un ‘sin techo’ ni verme en la
calle en plena crisis mendigando y durmiendo entre cartones,
ni siquiera en una ficción como estos famosos televisivos.
Aunque a este paso, no lo sé. La crisis nos hace rozar el
límite de la pobreza extrema. Algunos días no hay para comer
y la nevera está vacía o nos tiene alguien que dejar un euro
para pan, sea vecino o familiar. Esto nunca habia ocurrido.
Ahora sucede a menudo. A este paso, como los políticos no
actuén, acabaremos en la cola de Cáritas y alimentándonos en
comedores sociales como los personajes del programa
televisivo ‘Invisibles’. ¿A usted le gustaría? ¿Le agradaría
ser y convertirse como ellos en un ‘invisible’ para la
sociedad? Supongo que jamás. A mi no.
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