PORTADA DE HOY
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sociedad - MARTES, 9
DE MARZO DE 2010 |
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mabel deu, Marta Lería y juan vivas. ep. |
DÍA MUNDIAL DE LA MUJER TRABAJADORA
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Alumnos de Mosquera recuerdan “la
educación en igualdad” en tiempos de la
Segunda República |
La
galardonada con el Premio María de Eza agradece el
papel que jugó en su trayectoria profesional su
marido, “que nunca me puso trabas” y su padre, “que
nos inculcó que todos debíamos estudiar”
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CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com |
La galardonada con el Premio María de Eza, la ex docente
Carmen Mosquera, fue recordada ayer por sus alumnos como
aquella profesora “que educaba en igualdad cuando no estaba
de moda”, en aquellos tiempos de la Segunda República. La
homenajeada, además, agradeció a su marido y a su padre el
haber podido conciliar la vida laboral y familiar ya que su
esposo “nunca” le puso trabas a la hora de ejercer y seguir
investigando mientras que su progenitor “siempre tuvo el
afán de que estudiáramos en la universidad”.
“Somos las que ponemos la cara al desempleo, las que mayores
dificultades tenemos para conciliar la vida laboral y
personal, pero a lo largo de 15 años, hemos seguido
reconociendo a la mujer ceutí a través de la figura de la
capitana y gobernadora Maríade Eza”. Con estas breves pero
intensas palabras inauguró el acto de entrega del citado
galardón la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel
Deu, y que recogió ayer la ex docente Carmen Mosquera.
Sobre ella, muchos fueron los que hablaron en el estrado del
Salón de Trono y todos coincidieron no sólo en esa tarea de
hacer posible ejercer como profesora y llevar las riendas de
un hogar con ocho progenitores, sino en ”una educación en
igualdad cuando no estaba de moda, en tiempos de la Segunda
República, donde las oportunidades para las mujeres no
estaban reconocidas”, reveló Isabel Valriberas, decana del
Colegio de Abogados de Ceuta y alumna de Mosquera.
El cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló,
también dedicó unas palabras a la condecorada confesando
haber sido discípulo de ella; “fue mi maestra, a la que debo
muchas de mis investigaciones, y a la que admiro por su
personalidad arrolladora y como trabajadora eficaz que llevó
a la práctica todo lo hechos y dicho”.
Por su parte, Carmen Mosquera reveló los secretos que la
ayudaron a poder compaginar las dos cosas que amaba: su
profesión y su familia. “Mi marido fue un fiel apoyo ya que
nunca me puso trabas y me animó a seguir estudiando y
trabajando. Mi padre fue muy adelantado en el afán de que
sus hijos e hijas tuviesen una carrera universitaria. Y mis
familiares más cercanos siempre me respaldaban. Por ellos,
estoy hoy aquí”, argumentó, emocionada, la premiada, que
además aprovechó la ocasión para animar a todas las mujeres
“a procurar llegar a lo último, a ir a por todas, a tener
una sana ambición”. Para cerrar el acto, el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, calificó a Mosquera como “un ejemplo
útil y válido para motivarnos en la igualdad efectiva”.
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“Una niña ilusionada envuelta en la sabiduría de la madurez”
Marta Lería, hija de la premiada,
quiso dedicar a su madre unas palabras desde el más sincero
cariño, afecto y admiración, con el siguiente texto. “Es
genuina y original, no tiene ilusiones de convertirse en
alguien que no es y durante toda su vida ha descubierto,
perseguido, ejercitado y celebrado su genialidad. Ha seguido
su estrella conjugando en una rara armonía a su familia,
pareja y amigos a los que nunca abandonó o desatendió
regalándoles ilusión, alegría y ánimo constantes. En el
vocabulario de “La Mosque” no existen las palabras desidia,
apatía, melancolía, derrota, han quedado ensombrecidas ante
el poder de otras como voluntad, empeño, optimismo. No se
equivoquen, le han concedido el premio a una niña ilusionada
envuelta en la sabiduría de la madurez”.
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