El archivo hospitalario, que permanece bajo custodia en el
edificio del Paseo de la Marina Española, constituye el
mayor obstáculo para el desalojo absoluto del inmueble por
parte del Ingesa, pero su destino no está despejado toda vez
que sólo los últimos cinco años de historias clínicas han
sido digitalizados.
Sin desalojo no hay devolución que negociar y mucho menos
nuevos usos que elucubrar. Así se encuentran las
expectativas respecto al futuro del viejo hospital de la
Cruz Roja que, primero el Insalud y después el Ingesa, han
utilizado durante más de cuarenta años para prestar
asistencia especializada a los ciudadanos de Ceuta.
El retorno del edificio hospitalario a su propietaria, la
Cruz Roja, se presume muy lento toda vez que el Ingesa no se
ha llevado aún ni el archivo ni la lavandería del inmueble.
Pero también por las distintas administraciones que
intervienen en la negociación de la devolución: el
Ministerio de Sanidad y la Tesorería de la Seguridad Social,
con especial protagonismo del Ingesa, cuyo director
territorial en Ceuta, Jesús Lopera, ha dicho ya en
reiteradas ocasiones que el Instituto Sanitario no está
interesado en permanecer en el edificio.
Un mes después de que culminara la tercera y última fase del
Plan de Apertura del nuevo Hospital Universitario de Ceuta,
la negociación para la devolución del viejo edificio a la
Cruz Roja se encuentra todavía en su fase embrionaria: el
periodo de elaboración de informes sobre las condiciones en
que se tomó y también en las que se dejan. Informes que,
obviamente, serán desarrollados a través del Ingesa. Así las
cosas, en Cruz Roja no quieren especular más sobre posibles
usos del futuro hospital. Primero tiene que estar en sus
manos, y el Ingesa no ha terminado de irse.
El mayor escollo para el desalojo completo puede ser el
archivo. Fuentes del Instituto Sanitario explicaron a EL
PUEBLO que sólo se han digitalizado los últimos cinco años
del mismo y que mientras tanto, “va a permanecer custodiado
en las instalaciones del antiguo hospital” porque aún “está
por determinar” lo que se hará finalmente con la totalidad
del mismo.
Otro servicio que permanece en el viejo edificio del Paseo
de la Marina Española es la lavandería. Un obstáculo para la
devolución mucho más fácil de sortear porque, según las
mismas fuentes del Ingesa, se procederá a su traslado en
breve y, de hecho, ya sólo se espera a la colación de un
extractor en el nuevo hospital.
Entre los posibles nuevos usos con los que se había
especulado para el viejo hospital se encuentran el de la
atención psiquiátrica y a pacientes críticos.
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