Como toda ciencia que se precie, debe contener unos
objetivos muy precisos. En la Sociología no son otros, que
la consecución de un paraíso en la interrelación
convivencial de los individuos que componen el grupo. A la
vez que se nos dice, que su desarrollo y estudio son para la
consecución de dicho objetivo, para lo cual utiliza diversos
métodos tendentes al logro de los criterios que se deben
aplicar para la obtención del bienestar social. estudiando
los fenómenos sociales a todos sus niveles.
O sea, que debemos aceptar que la SOCIOLOGÍA, como ciencia,
contempla desde todos los ángulos el desarrollo y engranaje
que pudiera tener el grupo desde su iniciación hasta prever
porqué camino discurrir para llegar al fin previsto, fin en
sí mismo, “LA FELICIDAD”, que quedó recogida en nuestra
Constitución de 1812 “LA PEPA” :
“…Capitulo III…Articulo 13. El Objeto del Gobierno es la
felicidad de la Nación puesto que el fin de toda sociedad
política no es otro que el bienestar de los individuos que
la componen”
Para la consecución de este objetivo la Sociología se vale
de múltiples métodos fundamentados sobre todo en el análisis
de los acontecimientos sociales vividos y estudiando los
fenómenos surgidos de esas vivencias.
Para los sociólogos, la antigüedad de esta Ciencia la
circunscribe equivocadamente al siglo XVIII, colocando como
iniciados de la misma a Henri de Saint-Simon y otros,
mostrándonos con ello un desconocimiento de la antigüedad de
la Sociología y de la utilización de los conocimientos que
se tenían sobre los fenómenos que podían incidir en el
equilibrio de los grupos para dirigirlos y mantenerlo en el
ámbito de la felicidad.
Ya, que si el fin en sí mismo de la sociología es la
consecución de la felicidad para los individuos integrados
en un grupo. La Sociología como ciencia, ya quedó
estructurada con anterioridad al primer cataclismo o crisis
convivencial recogido por los historiadores, o por el primer
historiador que acumuló y plasmó los conocimientos de la
evolución y desarrollo de los hombres en comunidad, como fue
Moisés. que por su calidad de sacerdote de Atón, recibió
todo el saber egipcio, de lo inmanente, que le habilitaba
para acceder al conocimiento de los archivos recogidos en
los murales de los templos egipcios y en las tablillas
confeccionadas por los sacerdotes. Sus contenidos los
transcribió a los pergaminos en el transcurso de su
peregrinaje por el desierto del Sinaí. A la vez que recibió
el conocimiento de lo transcendente adentrándose en los
espacios de las distintas etapas evolutivas, que al decir de
algunos, pudieran encontrarse misteriosamente descritas en
el Pentateuco.
Y es en el Génesis, donde se extrae la existencia de un
pueblo que floreció en las riveras del actual mar Rojo,
antiguamente llamado el río Fisón, y también el río Océano,
según se pudiera desprender de las ambigüedades dejadas por
los antiguos historiadores o geógrafos.
Pueblo que evolucionó, tal vez, según la escala geológica,
durante los dos últimos milenios del Pleistoceno. Y que en
la temporalidad de esta iteración, fundamentó las bases para
el conjunto de tecnologías, que para los científicos
encierra la revolución agrícola.
Revolución que marcó el paso del hombre recolector, al
hombre sedentario.
Revolución que por el más elemental sentido común tuvo que
desarrollarse bajo la placidez continuada de miles de años,
por la cantidad de sabiduría, técnica, y ciencias que
desarrolló.
Y qué mejor lugar para ello que los territorios del suroeste
y oeste de la península Arábiga y el sureste y parte del
este del actual Egipto, así como el territorio comprendido
en el Alto Nilo.
Territorios protegidos de cualquier contingencia humana, por
el Océano Indico y las montañas Eritrea, Abisinia y Barrar y
las murallas de los desiertos de Siria, Nedje, Dahua,
Arábigo y el de Libia.
Cuál es la antigüedad de este pueblo, verdadero artífice de
la transición Paleolítica al Neolítico, todavía se encuentra
por descifrar por arqueólogos y geólogos, lo que si es
incuestionable que por la tranquilidad y equilibrio que le
daba su ubicación pudo desarrollar todo el conocimiento, que
luego por “humildad”, o para hacerles pasar desapercibidos,
traspasaron a los griegos para que a su vez los transmitiese
a otros pueblos.
Lo que es indiscutible que el elevadísimo grado convivencial
que alcanzó esta agrupación humana, fue motivado entre otros
al ejercicio de un gran sentido común, que les permitió que
el territorio donde desarrolló su convivencia fuese
denominado como la Arabia Feliz.
Sentido común que quedo inmerso, en la solvencia con que
este pueblo se enfrentó a la primera gran crisis demográfica
que hubo anterior al diluvio, y que le impulsó a dirigir un
contingente de población hacia la actual Palestina y las
tierras entre los ríos Eufrates y Tigris, a la vez que envío
exploradores en busca de tierras fértiles donde poder
asentarse.
Lo que es fácilmente deducible por lo que nos aporta las
fuentes que la clase dirigente de este pueblo tuvo que
realizar reflexiones sobre el devenir social del mismo, las
consecuencias de su crecimiento y hacia qué lugar el mismo
les podría conducir. Reflexiones cuanto menos que tendrían
que ser consideradas sociológicas, aunque para mí y de
conformidad a las fuentes, representa bastante más que
reflexiones para entrar en el ámbito de la ciencia. Ya que
no puedo aceptar la casualidad en las decisiones adoptadas
por la clase dirigente, sino que éstas nacían desde el
conocimiento derivado de la confrontación con otros
conocimientos los que les condujo a preveer lo que milenios
después fue expuesto por Malthus y tener previstos nuevos
asentamientos para sus pobladores en la seguridad de tener
que redistribuir el excedente de población.
Supuesto, que tuvo que darse como consecuencia de un
crecimiento desmesurado de población, a lo que pudo añadirse
algún cataclismo como el descrito en el Génesis.
Lo que hay que aceptar como veraz, según atestigua las
fuentes, que bien por designio de Dios, o por designio de
los hombres, y después de haber desoído a Dios a emigrar y
fundar colonias, que éste por el propio exceso de población
se vio obligado a dispersarse y habitar nuevas tierras.
Correspondiéndole a unos a adentrarse por el Occidente del
Mar Mediterráneo, y aproando sus barcos en la costa de la
actual Ceuta hacer en esta orilla del mar Mediterráneo un
poblamiento al igual que hicieron otra parada en la actual
Punta Ciris antes de llegar a su destino que ya tenían
preestablecido en el actual Cádiz, como se desprende de las
fuentes y que dio origen a los íberos.
Del Génesis podemos extraer que tras el Diluvio se
adjudicaron territorios desde los montes Tauro y Amano hasta
el Río Tanais en Asia . Que se poblaron Siria y los montes
Amano y Líbano. Que se mando reoganizar el actual territorio
de Egipto. Que se colonizó Libia, y Judea. Llegandonos hasta
nosotros como fue solucionada la redistribucion del espacio
para paliar la primera gran crisis por exceso de población
sobre un territorio que sufrió el primer grupo social
conocido sobre la tierra, según se desprende de nuestras
fuentes, tanto las recogidas en el Génesis como las nacidas
de las investigaciones arqueológicas y las que se han
conseguido a través de diferentes métodos
Fuentes que a su vez nos están gritando, que hacen 5000 años
o tal vez más, los semitas originarios de la Arabia Feliz ya
tenían un conocimiento bastante profundo de la Sociología
como ciencia, y habían previsto las consecuencias que se
podían derivar del excesivo crecimiento de población, hasta
el extremo de haberse adelantado a los acontecimientos y
haber organizado exploraciones que le permitieron reconducir
el excesos de población.
La objetividad de las fuentes nos dice, sin con ello
precisar las dataciones, que a finales del IV milenio o
principio del III milenio a.C. el pueblo semita o el pueblo
egipcio se expandió a la vez que un gran contingente de mano
de obra la dedicó a la construcción de monumentales
edificaciones en piedra..
Y el autor de esta organización y distribución del exceso de
población, tal vez atribuible al rey Escorpión o rey Mene,
consolidó del Imperio Único al unificar el Alto y Bajo Nilo,
nos mostró su capacidad de discernimiento en busca de lo
mejor para su pueblo al sintetizarnos con la construcción de
las tres pirámides de Gizeh la sinopsis que nos hizo al
mostrarnos en sí misma el elaborado conocimiento que había
alcanzado el pueblo egipcio o semita en los milenios de
evolución Neolítica, representando estas tres pirámides, el
contenido de la Sociología como ciencia.
El esplendor del imperio único existente y su distribución
sobre la tierra conocida. El conocimiento de la geometría y
de la astrología, y sobre todo la capacidad de organización
en busca de lo mejor o mas idóneo para su gente al
estructurarlas en expansión hacia el Eufrates y el Tigris,
hacia el Egeo y en pos de la estrella Héspero hacia
Occidente para aposentar a sus gentes en la península
Ibérica.
Siendo hasta la presente y no otra, la PIRAMIDE, la figura
que describe de forma más definida, la estructura de un
Estado y el grado de composición que este debiera tener.
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