Anda que no estamos con cambios
climáticos!, ya vamos cogiendo esa costumbre de los
norteamericanos, y los sudamericanos ¿por qué no?, en
ponerle nombre a los espectáculos climáticos como si de
obras teatrales se trataran.
Tormentas perfectas, o imperfectas, que arrasan y matan no
deberían llevar el nombre de una chica bailarina de strip
tease en la barra vertical. La tormenta es el terror y la
chica es la alegría de la huerta.
Deberían ser más imaginativos, quienes dan nombre a los
fenómenos atmosféricos, y colocarle el de los dioses del
Olimpo. Pegarían más.
Como una de esas borrascas tormentosas apareció, ha años ya,
una mujer en el campo político del ruedo nacional. Una mujer
tránsfuga del socialismo, simplemente porque esperaba que la
escogieran como ministra, si vicepresidenta mejor, y el
chasco la hizo disfrazarse de Judas femenino.
De verdad que no consigue convencerme esta mujer como
política. Se nota desde lejos que tiene una doble fachada.
No le bastaba con estar en Europa.
Ahora, a medida de que pasa el tiempo, va demostrando cómo
es. Una palurda con aspiraciones de Princesa, cuando no
Reina.
¿Por qué palurda?, por los improperios con los que suele
empobrecer su lenguaje y por la forma de presentar su
nacionalismo centralista y españolista refrendado por un
tremendo desconocimiento de la democracia y el patente
desprecio hacia los nacionalistas.
Aunque en el país de toda la vida se ha hecho bromas con los
símbolos regionalistas, ahora comunidades autónomas, no es
de recibo que esa señora hable de esa manera, que no se
acerca al batiburrillo de los maños duros de mollera,
gallegos “agarraos”, catalanes peseteros, etc., y ponga a
parir al perro del hortelano.
Por otro lado, el mandamás de la curia ha visto reducida su
influencia un poco, la Ley del Aborto sigue adelante
aprobada y todo. Puestos en su lugar, supongo que tendría
que dar explicaciones, a través del presidente de su estado
vaticanista, al Dios que los gobiernan del por qué de ese
fracaso.
Pero conociendo como conozco a este Dios, creo que se
quedará mirándolo con una media sonrisa pintada en su
rostro.
Poco o nada debe importarle. En este mundo hace años, digo
siglos, que no se produce un auténtico milagro. Aunque ya
sabemos que los milagros los producen ciertos hombres y
mujeres interesados. Dios es incapaz de engañar a un ser
inferior. Los curas sí.
Creo que ya va siendo hora de que el Gobierno se plantee lo
de esa casilla en declaraciones de la renta destinada a la
Iglesia Católica Apostólica y Romana y guarde ese 0,7% que
ofrecemos, obligatoriamente, todos los españoles (excepto
los parados y los ricos) para curar de espanto a los que
sufren terremotos. La casilla destinada a otros fines
sociales no la toquen. Nos nutren de subvenciones que
necesitamos.
¿Por qué la Iglesia Católica Apostólica y Romana nunca ayuda
a los damnificados por los terremotos y otros males
terrícolas más que con simples oraciones, que no curan
heridas?
Ditirambemos acerca de la SGAE. ¿Ahora se dan cuenta de eso?
Ahora comprendo la insistencia de los agentes secretos
sgaeanos en atrapar con las orejas en la masa, digo música,
a peluqueros, dueños de bares, gente cantando bajo la ducha,
gente silbando la Internacional por las calles, etc. El
sueldazo de su presidente nunca lo consiguió el Bautista con
sus bautizos clandestinos en la zona de Qumrán. No
escribamos de su pensión de jubilación.
Si lo sé me pongo en plan actor de la chusma, figurante, y
espero a esa pensión tremenda.
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