Se conoce sobradamente lo acaecido
como consecuencia de la brutal agresión que sufrió el
profesor Jesús Neira el pasado 2 de agosto de 2008 por parte
del tal Antonio Puerta cuando el citado profesor trató de
ayudar o, mejor dicho, defender de un ataque, con la
intención de hacerle daño según posteriormente ha quedado
demostrado, a la novia de este último Violeta Santander.
Después de pasado mas de año y medio y de haber estado
sometido a intenso tratamiento para recuperarse de un coma
profundo y, posteriormente, de una incapacidad motora que le
ha mantenido ingresado en un centro hospitalario tras casi
nueve meses de internamiento, Jesús Neira, como creemos que
también muchos de nuestros lectores, ha visto como al
agresor por partida doble (a Neira y a su novia) después de
dieciocho meses de cárcel se le concedía la libertad bajo
fianza de diez mil euros, o sea, la mitad de lo que ha
percibido su novia en cualquier comparecencia televisiva de
su gira de plató en plató, dicho seda de paso, siempre para
defender a su enamorado y sin siquiera mostrar su
condolencia por los daños que infringió su prometido al
susodicho Jesús Neira, aun cuando no justifiquemos su
malestar, ni entendamos el “asco y vergüenza” que siente por
las “iniquidades de la justicia” y la “vergüenza que tenemos
que aguantar los españoles”, según ha manifestado, “con la
ridícula medida adoptada por la autoridad judicial en la
resolución de este caso”.
Todas esas opiniones del profesor Neira no se avienen, por
otra parte, a lo establecido en el art. 147 del Código Penal
que hemos consultado, en el que se establece “que el que por
cualquier medio o procedimiento causase a otro una lesión
que menoscabe su integridad corporal o su salud física o
mental como reo de un delito de lesiones será castigado con
la pena de prisión de seis meses a tres años…” de lo que
fácilmente se deduce que al haberse cumplido por el tal
Puerta la mitad de lo que posiblemente será el máximo de
tiempo de su condena, se le haya puesto en libertad
condicional previa depósito de diez mil euros en calidad de
fianza y con la obligación de su comparecencia en el juzgado
semanalmente.
No dudamos que el Sr. Neira se haya hecho merecedor de la
Medalla al Mérito Civil por su valiente y desinteresada
actuación en defensa de una mujer que era atacada por su
pareja, pero tampoco debemos obviar que la Ley, como se
viene constantemente proclamando principalmente en los
medios de difusión, está para cumplirse por lo que tampoco
nos parece justo ni lógico manifestaciones como las
enumeradas mas arriba en detrimento de la actuación de
magistrados porque con ellas se desprestigian jueces que
únicamente vienen a juzgar y a condenar, a través de los
Códigos que correspondan, y que son aprobados por los
representantes de los españoles en el Parlamento, a quienes
incumplen con las normas de urbanidad o cometen delitos
gravosos contra las personas o las cosas, sin que por ello
tenga el señor Neira que “cubrirse las espaldas por la
ridícula medida adoptada contra su agresor ”. No hay que
olvidar que, según hemos podido leer, “la Justicia es la
concepción que cada época y civilización tienen acerca del
bien común” y que, por lo tanto nos guste o no, así hay que
acatarla y respetarla.
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