La fiscal pidió ayer tres años de prisión y el pago de 5.068
euros para un hombre por un presunto delito contra la salud
pública mientras que la defensa solicitó la absolución
argumentando que la mitad de la droga era para consumo
propio de su cliente por su grave adicción a las sustancias
estupefacientes. Mientras que el resto del hachís
intervenido por la Guardia Civil “no era suyo”, alegó la
letrada.
Al parecer, las bellotas iban repartidas en tres botellas de
refresco localizadas en huecos naturales del coche, bajo los
asientos.
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