Sanidad ha tomado las riendas y, con su trabajo de
mediciones, encargado a una empresa especializada, pretende
aportar garantías y seguridad al entorno poblacional que se
muestra seriamente preocupado por la presencia de la planta.
La Ciudad Autónoma quiere comprobar si las emisiones se
encuentran dentro de los límites legalmente establecidos,
por lo que con este estudio se pretende confirma este
extremo “para tranquilidad de los vecinos”, repitieron desde
la Ciudad
La próxima semana concluirá las mediciones ambientales que
está realizando la Consejería de Sanidad y Consumo para
determinar la calidad del aire en el entorno de la central
de Endesa, la planta productora de electricidad en la
ciudad. Se trata de la primera parte de este trabajo, a la
que luego le seguirán otras dos fases más, una consistente
en el envío de muestras al laboratorio para su análisis y,
posteriormente, la elaboración de un informe donde se haga
una lectura de los datos, con la que se pondrá fin a este
trabajo.
Esta labor la está realizando Socotec Iberia, una empresa de
inspección acreditada por la ENAC (Entidad Nacional de
Acreditaciones), con un presupuesto de 17.456 euros, que
salen de las arcas de la Consejería de Sanidad, y un plazo
de ejecución de dos meses.
Con este contrato desde el departamento que dirige Adela
Nieto se pretende arrojar luz ante una cuestión, la de la
contaminación ambiental en la zona de la planta de Endesa,
que ha suscitado la preocupación de los vecinos. La
compañía, como agente emisor, tiene la obligación de
efectuar estudios de impacto ambiental sobre esta cuestión.
Endesa cumple con este trabajo y asegura en sus informes que
sus emisiones se encuentran dentro de los límites legalmente
establecidos, por lo que con el estudio que desarrolla la
Consejería se trata de confirmar este extremo (a través de
este análisis independiente) para tranquilidad de los
vecinos.
Con más garantías
El análisis que se está efectuando sigue lo dispuesto en el
Real Decreto 1073/2002, de 18 de octubre, sobre evaluación y
gestión de la calidad del aire ambiente en relación con el
dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, óxidos de
nitrógeno, partículas, plomo, benceno y monóxido de carbono.
En concreto, y aplicable al caso en cuestión, las mediciones
afectan a cinco valores, cuatro de ellos fijados en la
citada normativa: PM10 (partículas sólidas con un radio
aerodinámico inferior a 10 parte por millón); dióxido y
monóxido de carbono (CO2 + CO); óxidos de nitrógeno (NO) y
dióxido de azufre (SO2). El otro valor, no previsto en el
Real Decreto, pero que la Consejería de Sanidad ha incluido
por su influencia en la salud, es PM2,5 (partículas sólidas
con un radio aerodinámico inferior a 2,5 partes por millón).
Los muestreos se están realizando mediante unos aparatos
específicos denominados captadores situados en diez puntos
de la ciudad, todos ellos viviendas situadas en el entorno
de la planta, concretamente en las avenidas Madrid, España
(barriada Estación de Ferrocarril), Teniente General Muslera
y Otero. La mayoría de las muestras han sido ya efectuadas,
y tan sólo faltan por realizarse algunas de las referentes
al monóxido y al óxido de carbono, que se llevarán a cabo en
azoteas de edificios y no en viviendas para evitar factores
que distorsionen la muestra. El tiempo de muestreo es el que
marca la legislación, que varía en una función de cada
valor, oscilando entre una y 24 horas.
Tras la conclusión del muestreo se efectuarán los análisis
correspondientes en el laboratorio y, posteriormente, la
empresa encargada del trabajo elaborará un informe con las
conclusiones de este estudio con el que la Consejería de
Sanidad y Consumo conocerá la realidad de la contaminación
ambiental existente en el entorno de la planta, que ha
suscitado la preocupación de los vecinos.
|