Varios empleados de la empresa de autobuses urbano
denunciaron daños ocasionados en vehículos de la Línea 8
durante el trayecto que comunica el ‘Príncipe’ con el centro
de la ciudad. Los causantes, menores con edades comprendidas
entre los 13 y los 15 años, de etnia magrebí, vecinos de
Ceuta y residentes en la barriada.
Empleados de la empresa de autobuses urbanos denunciaron
daños ocasionados en vehículos de la Línea 8 durante el
trayecto que comunica la barriada Príncipe Alfonso con el
centro de la ciudad, según se tramitó en un atestado
policial a mediados del pasado mes de febrero y según se
explica en una nota de prensa remitida por la Policía.
Los jóvenes, “entre otras acciones censurables”, según reza
el comunicado de prensa, “extrajeron los plafones de luz del
vehículo, molestaron reiteradamente al resto de usuarios y
distrajeron al chófer”. Además, a la altura de la barriada
de Los Rosales, el conductor se detuvo y requirió el auxilio
de los miembros del CNP de la Comisaría de dicho distrito,
lo que motivó que los menores fueran bajados del autobús y,
en la “creencia de haber solucionado el problema, el
conductor continuó su ruta”. Al día siguiente, “en idéntico
lugar y hora, los mismos jóvenes subieron al coche y se
encararon con su conductor, que no era otro que el de la
jornada anterior, al que insultaron y amenazaron hasta la
parada del IES Siete Colinas” donde los menores se apearon.
Por su parte, el conductor realizó una inspección de las
plazas traseras y comprobó que habían fracturado los
cristales de las ventanillas traseras, por lo que hubo que
dejar el vehículo en los garajes de la empresa para su
reparación. Por todo ello, miembros del Servicio de Atención
a la Familia de la Jefatura de la Policía Nacional,
iniciaron investigaciones y entrevistaron al conductor
acerca de las “características, hábitos e indumentarias de
los clientes descritos”. Además, en fechas posteriores se
tramitó un nuevo atestado policial a raíz de otra denuncia
presentada por empleados de la misma empresa. En este caso,
el conductor de otro autobús, que circulaba tras un primero,
fue el que avisó de la rotura de las lunas traseras del
vehículo precedente. Durante el mismo día se presentó una
tercera denuncia en la que se informabá de las mismas
molestias y daños que incluían, “además de la rotura, la
extracción de cristales de sus anclajes en las ventanillas
correspondientes a un vehículo de la Línea 8, esta vez
producidos a primeras horas de la tarde y en el trayecto de
vuelta hacia la barriada del Príncipe Alfonso. El conductor
se vio en la necesidad de detener el autobús y retirar los
vidrios de la carretera para no perjudicar a otros
usuarios”, continúa la nota de prensa. Además el conductor
había soportado malos tratos verbales y alegó que grupos de
jóvenes arrojaron piedras al autobús durante el trayecto.
A la vista de la situación, se organizó un dispositivo
policial que incluyó la vigilancia permanente de los
autobuses en el interior y desde el exterior. En poco
tiempo, según informaciones de la Jefatura Superior de
Ceuta, “se identificaron plenamente a parte de los autores
de los sucesos denunciados, que resultaron ser menores de
entre 13 y 15 años de edad, de etnia magrebí, naturales de
Ceuta y vecinos de la barriada del Príncipe Alfonso”. En
definitiva, tres de ellos, según las informaciones de la
Policía, fueron detenidos y puestos a disposición de la
autoridad fiscal pertinente. Del resto, menores de edad
penal, se dio cuenta en la institución.
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