La defensa de los trabajadores de reforma Punta Blanca ha
solicitado que se repitan las declaraciones de los testigos
del caso pero a través de ‘careos’, lo que podría dejar ver
las contradicciones en las que por separado han recaido los
mismos. Además, el testigo protegido ha presentado nuevas
versiones de los hechos.
Tanto la acusación particular como la defensa han formulado
una nueva petición de pruebas para el caso Punta Blanca,
basado en la denuncia formulada por el sindicato de
Comisiones Obreras (CCOO) ante presuntas torturas y malos
tratos institucionalizados a los menores del centro de
reforma.
Según ha podido saber EL PUEBLO, la defensa ha solicitado la
repetición de las declaraciones de los testigos presentados
pero a través de ‘careos’. En términos jurídicos, esta
figura de utiliza en el procedimiento criminal como medio
extraordinario de investigación dirigido al esclarecimiento
de la verdad sobre los hechos, y consiste en la
confrontación de los testigos o acusados entre sí cuando sus
declaraciones son contradictorias.
Además, y según fuentes cercanas a la causa, el testigo
protegido, conocido como T-1, ha presentado nuevos escritos
donde se amplían los hechos y se aportan diferentes
versiones sobre esas supuestas malas prácticas ejercidas
sobre los internos. Cabe recordar que, según dicta la Ley
del Menor y la normativa específica de este tipo de centros,
algunos de los sucesos que se han dado a conocer a la luz
pública como las retenciones de los menores con correajes,
se contemplan en dichas normas para aquellas conductas y
comportamientos de extrema gravedad en los menores.
Algunos de los motivos por los que se ha solicitado dicho
careo podrían estar relacionados con el “descrédito de los
testigos”, según apuntan fuentes cercanas a la causa ya que,
al parecer, uno de los ex vigilantes del centro fue
investigado por la Fiscalía por supuestos abusos sexuales a
dos menores del centro, tal y como dejase entrever el pasado
fin de semana EL PUEBLO.
Una de las menores retiró la denuncia que abordaba
“proposiciones indecentes” por parte del ex vigilante
mientras que la otra menor la mantuvo, aunque fue archivada
al sólo constar la declaración vertida por la misma. Este
hecho viene reflejado en las declaraciones que en el
procedimiento actual efectuó el propio ex vigilante de
seguridad tras levantarse el secreto del sumario sobre las
actuaciones, y en las que reconoce haberse “marchado” del
centro por tales investigaciones, trabajando actualmente
como vigilante de obra.
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