Admirador de Marlon Brando, no me
he perdido ninguna película suya, entre ella ¡Viva Zapata!,
donde hace el personaje de un guerrillero que lucha por la
gente del pueblo contra los que en aquellos momentos
mandaban.
Una escena que me causó un gran impacto, no sólo por la
interpretación de la misma, porque Brando bordaba los
papeles que interpretaba, si no por la demostración de
valor, cuando el que mandaba le pregunta por su nombre y él,
mirándole fijamente a los ojos, le dice: Zapata, mientras el
ricachón del pueblo, con un bolígrafo rojo, rodeaba su
nombre de aquella lista que tenía de los disidentes.
Otro Zapata, albañil, de 42 años, fue enviado a la cárcel en
2003 junto a un grupo de más de 70 opositores al régimen del
adalid de la libertad y de los Derechos Humano. Fidel
Castro, muriendo tras 68 días de huelga de hambre, en
defensa de la libertad y de los derechos humanos. Esa
libertad y esos derechos que defiende como nadie ha
defendido en toda la historia de la Humanidad, mostrándose
como un símbolo a seguir de lo que es una democracia, el
dictador Fidel.
Gran motivo el ser disidente del dictador y ser condenado a
tres años de cárcel por desacato, y no por conspiración como
al resto de los compañeros encarcelados.
Como eso no dejaba contento a los mandas del país, buque
insignia, de las libertades y de los Derechos Humanos
multiplicaban su condena por una supuesta desobediencias. Y
el régimen en un alarde de Humanidad, como no podía ser
menos el de este dictador, cuando fue trasladado a la
Habana, en sus últimos suspiros de vida, ni siquiera
permitieron que su madre lo pudiese ver. ¡Que gran muestra
de Humanidad la dada por el régimen de este dictador!
El régimen cubano, ante las criticas recibidas de los países
democráticos ha reaccionado con mayor represión deteniendo
medio centenar de personas por miedo a que fueran a
manifestarse apoyando a Zapata.
Amnistía Internacional, que tenía a Zapata en su lista de
presos de conciencia, denunció la “crueldad” del régimen.
Zapata estaba en el perfecto derecho de ser considerado un
preso de conciencia, pero cuál es la conciencia de los
gobernantes, de esa dictadura, de no dejar a su madre verlo
en sus últimos instantes de vida. Mayor crueldad es
inimaginable.
Y lo curioso del caso es que se siga insistiendo a la UE la
cooperación y la mano tendida al régimen de este dictador,
que no se le remueve la conciencia al detener y encarcelar a
todos aquellos que no estén de acuerdo con su sistema de
gobierno. Cuando está visto y comprobado que, el dialogo, el
tenderle la mano y llevar una mejor cooperación hacia el
régimen del dictador, sólo vale para que los Castros, ambos
dos, muestren como son capaces de dejar a un hombre morir en
la cárcel, por el simple hecho de ser un disidente.
A ti, Zapata, albañil, luchador por la libertad y los
Derechos Humanos permíteme, desde allí donde estés, hacerte
un pequeño homenaje, gritando el título de la película ¡Viva
Zapata!.
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