Hace unos días, este medio de comunicación hizo pública
parte de una verdad, hasta entonces “escondida”, respecto de
la estrategia de ACEMSA con la distribución de agua potable
a la población.
En aquel momento comentamos la falta de concreción del
informe de ACEMSA que ha servido de base para ordenar la
parada de un módulo de la planta desaladora, en relación con
el funcionamiento de la ETAP (estación depuradora), puesto
que en el mismo únicamente se decía, que el tiempo de parada
del módulo estaría condicionado, entre otras cosas, por el
funcionamiento de la ETAP, pero sin explicar el nexo entre
ambas incidencias.
Lo cierto es que, como ya se dijo desde este medio, el
funcionamiento de la ETAP es clave para ordenar la política
de suministro de agua potable, en tanto esta estación
depuradora no mejore sus infraestructuras, al no conseguir
depurar más allá de unos 16.000 metros cúbicos de agua del
pantano al día, cantidad insuficiente para el suministro
total diario de la población, por lo que, aunque los
embalses sigan aliviando agua, la planta desaladora deberá
seguir funcionando con tres módulos, para producir los
14.000 metros cúbicos restantes necesarios.
Como también adelantó este medio, esta situación no es
nueva, si bien se confirma lo que ya anunciamos hace días:
que la ETAP será remodelada y que la licitación de las
correspondientes obras se hará en breve.
Otra de las claves para entender el problema del agua en
Ceuta, reside en la ineficacia práctica de la obra
millonaria realizada para “supuestamente” mejorar la red de
abastecimiento, que, no obstante, no ha tenido ningún
impacto en las pérdidas de agua en la red y sigue obligando
a suministrar casi 30.000 metros cúbicos de agua diarios a
la población. En este sentido, llama la atención que con el
suministro actual, el posible consumo de agua diario por
ciudadano es casi el doble que el que se produce en una
ciudad normal de nuestro entorno y, para justificar esto, se
apela a las pérdidas en la red, que se siguen estimando en
un porcentaje cercano al cincuenta por ciento del total del
agua inyectada en la misma.
Lo cierto es que la coordinación entre ACEMSA y los
responsables estatales del diseño y ejecución de las obras
de mejora de la red de abastecimiento, no ha dado los
resultados esperados, por lo cual se sigue imponiendo el
criterio de seguir estimando el consumo diario de los
ceutíes en 30.000 metros cúbicos de agua, que se
corresponden en realidad con la necesidad de inyectar esta
cantidad en la red para llegar al consumo real, una vez
descontadas las pérdidas ingentes en el recorrido del agua
por la red.
Así las cosas, la desaladora sigue siendo absolutamente
necesaria, a pesar del rebose de los embalses y esta
dependencia es tal, que en caso de tener que realizarse una
para total de la planta por razones técnicas, el
abastecimiento de agua se vería mermado durante el tiempo de
esa parada a causa de la escasez de producción de la ETAP.
No obstante, los nuevos responsables técnicos de ACEMSA,
están estudiando la posibilidad de “maximizar” las
posibilidades actuales de la ETAP, así como de la propia red
de abastecimiento, para aumentar la depuración, reducir el
suministro y evitar de este modo en parte la dependencia de
la planta desaladora, para que en momentos como los
actuales, en los que los embalses rebosan, se pueda aplicar
una política de racionalización del servicio sin impacto en
la población.
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